Hasta hoy, Chile es el escenario privilegiado de observación y captura de datos astronómicos y en los próximos 5 años, podría almacenar y procesar el 100% de esa big data para beneficio de la ciencia y la industria. Este año, Chile debuta como sede latinoamericana de la Conferencia Internacional Astronomical Data Analysis Software & Systems-ADASS, que tras 27 años de trayectoria nos elige como locación para esta importante conferencia en astroinformática.
Los estudios indican que en el año 2020 Chile concentrará el 70% de la infraestructura astronómica mundial, generando un enorme volumen de datos públicos. Solo el observatorio ALMA genera un terabytes de datos al día; el LSST alcanzará los 30 terabytes por noche en el año 2022 y el SKA 360 terabytes por hora en el 2030. Esta evolución supone un desafío de almacenamiento y análisis de datos, y Chile puede liderar este progreso con apoyo de plataformas informáticas, comunicacionales, tecnológicas y capital humano experto, combinado con una potente era de cloud computing que proyecta quedarse hasta el año 2040.
Astroinformática y los vínculos con Chile
La astroinformática es la ciencia que combina computación avanzada, estadística aplicada a datos masivos y complejos y astronomía, y sin duda Chile reúne las condiciones para posicionarse como líder; ello considerando la gran cantidad de observatorios, telescopios y proyectos existentes y a instalarse en el futuro cercano en el país, que suponen la necesidad de procesar, almacenar y difundir un gran volumen de información y datos; todos útiles para el desarrollo de la astronomías y otras ciencias afines.
El Observatorio Chileno Virtual (ChiVO) junto con The International Virtual Observatory Alliance (IVOA), hace años trabajan en la definición de estándares para compartir estos datos a nivel mundial entre los observatorios y en crear protocolos de acceso público desde cualquier punto del planeta. Mauricio Solar, director de ChiVO y co-chair de la conferencia ADASS, asegura que Chile puede aportar a la astronomía no solo con astrónomos, sino también mediante el desarrollo de aplicaciones en astroinformática que por ejemplo ayudan a buscar evidencia de vida extraterrestre.
Jorge Ibsen, director del departamento de Computación del Observatorio ALMA y co-chair de ADASS, asegura que un observatorio moderno es hoy una verdadera fábrica de datos: digitaliza el cielo, acumula datos históricos e imágenes, registra el tráfico de redes de comunicaciones y sensores en operaciones, incluye sistemas de cómputo de alto desempeño, generando datos de varias dimensiones, y que circulan en carreteras digitales de gran velocidad; abriendo la necesidad de crear sistemas e infraestructura capaz de almacenar datos, analizarlos y compartirlos a futuro. Esto aportará a la democratización del acceso a información actual, crítica y única, necesaria para los cientos de grupos de estudiosos del Universo existentes en el mundo entero.
Datos a gran escala y en gran calidad
Las temáticas de ADASS incluyen: computación de alto desempeño (HPC) para datos astronómicos, interacción humano computador e interfaces para grandes colecciones de datos, desafíos en la operación de instrumentación de alta complejidad a gran escala, infraestructura de redes y centros de datos en la era de transferencia masiva de datos, aprendizaje de máquinas (machine learning) aplicada a datos astronómicos, y software para la operación de observatorios terrestres y espaciales, diversidad e inclusión, y educación y ciencia ciudadana, entre otras materias.
Entre el 22 y 26 de octubre, en el Hotel Sheraton, ADASS reunirá a 350 expertos de 33 países. La conferencia es co-organizada por el European Southern Observatory (ESO), el Atacama Large Millimeter/submillimeter Array (ALMA), y la Universidad Técnica Federico Santa María (UTFSM). Será seguida por el Encuentro de Interoperabilidad del International Virtual Observatories Alliance (IVOA), desde el 27 hasta el 29 de octubre, organizado por ChiVO.