
A más de un año después del acuerdo oficial entre Google y Fitbit, el gigante internacional ha anunciado que ha podido completar la compra de la firma especializada en wearables de salud y productos deportivos.
La compra ha sido cursada luego del visto bueno entregado por la Unión Europea tras un largo periodo de investigación acerca del riesgo real de cara al uso de los datos de salud que obtiene Fitbit en sus dispositivos conectados y que podrá utilizar Google en esta negociación.
Fitbit ahora pertenece a Google
De acuerdo a la gran G, Fitbit ha ayudado a millones de personas de todo el mundo a vivir vidas más activas y saludables, y que ahora toda la tecnología que lo ha hecho posible formará parte del abanico de productos de Google.
En el blog oficial publicado, explica que trabajarán mano a mano con el equipo de Fitbit con el objetivo de crear nuevos dispositivos y servicios que, ante todo, mantengan la privacidad en un primer plano al proteger en todo momento los datos de salud, y dando a los usuarios todo el control sobre la información recopilada a través de dichos servicios.
En esta misma línea, se señala que Google explica que los datos de la marca de tecnología deportiva y los de Google se mantendrán aislados unos de otros, y que las APIs de Android destinadas a dispositivos de salud –tales como relojes o pulseras– se mantendrán intactas, de forma que los usuarios de dispositivos Fitbit podrán seguir usando sus aplicaciones favoritas en lugar de verse obligados a utilizar servicios propios de Google.