Hasta hace poco, solo había tres formas principales de administrar el dinero: efectivo, cuentas bancarias y empresas como PayPal. La primera forma, en efectivo, muy conveniente para que las personas paguen montos pequeños o medianos; por ejemplo, no más de unos cientos de billetes, se trata de una forma instantánea, privada y gratuita. Pero para montos grandes, usar efectivo se vuelve engorroso debido al conteo, el control de los billetes y el espacio que ocupan. Lo mismo ocurre con el depósito o almacenaje de dinero en efectivo, lo que se suma a las precauciones que se deben tomar para no dañar los billetes. Finalmente, el efectivo es muy inconveniente para las transferencias internacionales.
El segundo y tercer método (bancos y empresas como PayPal) resuelven algunas de las desventajas del efectivo, pero crean problemas. Para ahorrar o transferir dinero, las cuentas en estos sitios ayudan mucho porque los usuarios no necesitan calcular o verificar sus facturas o encontrar un lugar para almacenarlas o recuperarlas, ya que estas compañías se encargan de eso. Esta ventaja te permite enviar cómodamente grandes cantidades, así como realizar transferencias internacionales; aunque son lentos (tardan días) y pueden ser muy costosos. Además de los altos costos, hay otras dos cuestiones muy importantes a saber: la falta de control sobre el dinero y la privacidad en las transacciones.
Con un banco o una empresa como PayPal, el dinero deja de ser propiedad del dueño y pasa a ser propiedad de esas empresas. ¿Cómo se sabe? Simplemente intenta mover tu dinero los días en que estas empresas estén cerradas (por ejemplo, los fines de semana) o cuando lo necesites y estas empresas digan que no puede hacerlo por X razones, como la falta de datos o la política que pueden adoptar . Además, estas empresas registran y revisan cada actividad que un usuario hace con su dinero. Además de lo anteriormente mencionado, estas empresas juzgan y deciden lo que un usuario puede o no hacer con “su dinero” según sus propias políticas. Por si fuera poco, los datos que se registran de cada transacción de usuario se comparten con terceros todo el tiempo (por ejemplo, empresas de datos con fines de lucro o agencias gubernamentales).
Llegó Bitcoin, la cuarta y mejor manera de administrar el dinero en la actualidad. Esta tecnología incorpora lo mejor de ambos mundos. Te permite procesar transacciones en efectivo con mayor privacidad y comodidad, y dado que funciona de forma digital, también aumenta la posibilidad de ahorrar pequeñas o grandes cantidades de dinero al transferir a cualquier parte del mundo. Y todo a bajo costo.
Con Bitcoin, uno puede abrir una cuenta digital gratis y depositar todo el dinero que quiera. Si lo haces bien, tu dinero siempre estará disponible para ti y no será utilizado por nadie más.
Una vez que depositas dinero en tu cuenta o billetera de Bitcoin tras comprar bitcoins en brókers de confianza como CryptoMarket, puedes transferirlo instantáneamente las 24 horas del día, los 7 días de la semana, los 365 días del año a otras cuentas de Bitcoin en todo el mundo a un costo casi nulo, sin importar en qué parte del mundo se envíe el dinero. Y lo mejor de todo es que además hablamos de un activo que protege de la inflación, pues la historia ha demostrado que el bitcoins valor aumenta con la impresión de billetes.
Además, los usuarios pueden usar BTC directamente para comprar bienes y servicios. En pocas palabras, Bitcoin hace que sea más fácil y económico almacenar y mover dinero, brindando a los titulares más seguridad, control y privacidad a un costo menor que cualquier otro sistema.