Kibernum -empresa global de tecnología, de origen chileno- en conjunto con el Instituto de Data Science de la Universidad del Desarrollo, realizó el primer programa piloto sobre el uso de Inteligencia Artificial Generativa (IAG) con desarrolladores de software para ver la IA es un aporte. Esta es una rama de la Inteligencia Artificial que se basa en la generación de contenido en base a datos existentes, por lo que funciona como asistente para trabajos repetitivos o de verificación de datos.
La etapa cero, como llaman a esta parte del proceso, midió la efectividad de la herramienta GitHub Copilot de Microsoft, que ayuda a los usuarios a escribir código, mediante el autocompletado. Se puso a prueba en 10 desarrolladores de la firma con distintos niveles de experiencia en el área y se midió su adherencia y percepción durante 1 mes, con el objetivo de conocer su eficacia. En el segundo semestre, esperan llegar a entrenar a mil profesionales con esta herramienta.
“La inteligencia artificial viene a democratizar el acceso al conocimiento, ayudando a nivelar los equipos de trabajo. Estamos motivados y trabajando para potenciar los proyectos de nuestros colaboradores y lograr un impacto positivo en su productividad para verlo como la IA es un aporte y, principalmente, en el indicador más importante de todos: la calidad de vida”, dijo Marcelo Solari, CEO de Kibernum.
Por su parte, Loreto Bravo, directora del Data Science Institute de la UDD, explicó que “El impacto sorprendente de la IA en la productividad y calidad de vida de los desarrolladores es solo el inicio de una auténtica revolución. Para que este cambio llegue a toda nuestra organización, es fundamental considerar cómo la IA está transformando cada área y equipo en nuestra empresa. El entrenamiento transversal en IA se vuelve esencial para empoderar a todos nuestros equipos y abrazar esta ola impulsada por la IA generativa, transformando la tecnología y la IA es un aporte”.
IA es un aporte y los resultados
Sobre las mejoras en el bienestar de los profesionales, el número de personas estresadas frecuentemente disminuyó en un 30%. Por otro lado, el 90% de los encuestados estuvieron de acuerdo en que aprender a usar la IAG los ayudó a disminuir períodos de estrés por sobrecarga laboral.
En relación al impacto de la tecnología en el desarrollo de software, aprender y usar IAG permitió mejorar en un 100% la calidad del código y su documentación. Además el 90%
de los encuestados indicó que les ayudó a acelerar la curva de aprendizaje y ver los proyectos con una mirada más estratégica.
“Yo veo a Copilot como mi nuevo compañero de trabajo. Cuando comencé a usarlo, me demoré solo cuatro horas en tareas que, anteriormente, me tomaban tres a cuatro días”, comentó uno de los desarrolladores participantes del proyecto.
“Me ayudó muchísimo y fue muy productivo; redujo mis tiempos de trabajo en un 30%. Ese tiempo lo pude utilizar en otras tareas, entonces voy avanzando mucho más rápido”, agregó otro de los participantes.
Respecto a las relaciones interpersonales, el 100% de los encuestados estuvo de acuerdo con que la herramienta permite trabajar de forma más colaborativa dentro de un equipo. Así mismo, todos indicaron que les permitió lograr un mayor balance entre la vida personal y laboral.
El estudio consideró también la resistencia a utilizar la IA en los proyectos que realizaban los encuestados de Chile y Colombia, resultado de una mirada temerosa al avance de la tecnología en el ámbito laboral. Aquí se mostró que la herramienta, al poco tiempo de uso, derriba todos los miedos de los usuarios ya que se dan cuenta de la gran ayuda que significa.
“Pensé que Copilot podía reemplazar las funciones de un desarrollador, pero no es así, ya que el programa solo se encarga de guiarte. Hay tareas que no cumple la IA, entonces se necesita el conocimiento de uno. Al darme cuenta de esto, el temor se fue”, explicó un profesional del estudio, quien agregó que “ hay lógicas muy particulares que vienen del desarrollador, por eso creo que Copilot nos complementa y no nos reemplaza.”
La principal conclusión del estudio es que GitHub Copilot potenció las capacidades de los desarrolladores al mejorar su rendimiento y productividad, dejando espacio para la colaboración y el trabajo en equipo. Se espera que en los próximos meses se expanda el uso de esta herramienta a una muestra mayor de profesionales de Kibernum de Chile y la región.