Todo un avance es lo que está experimentando la agricultura del país. El Instituto de Investigaciones Agropecuarias (INIA) ha puesto en marcha una innovadora plataforma y aplicación llamada “Smartfield INIA” que agrupa a instituciones chilenas y que permite que cualquier persona desde un computador o su teléfono pueda visualizar a tiempo real lo que está ocurriendo en el campo, mostrar tecnología, así como realizar capacitaciones a distancia.
A través de esta plataforma, empresas y extensionistas se conectan con los agricultores y se avanza hacia la “Agricultura 4.0” o llamada “Inteligente”, que busca unificar datos e información de los predios agrícolas y ser transmitidos a través de herramientas y tecnologías avanzadas con el único objetivo de entregar apoyo a los agricultores para tomar las mejores decisiones que permitan dar eficiencia y reducir los costos productivos, por ejemplo, los viajes para la realización de talleres de especialización de los asesores agrícolas.
“A un año y medio de su creación, los números son positivos. Hemos logrado incrementar los rendimientos de un 20% a un 40% entre los productores, logrando un muy buen éxito y estamos viendo con otras instituciones la posibilidad de generar un subsidio para este tipo de tecnologías. En cuanto a aplicaciones de agroquímicos (fitosanitarios), hemos logrado reducir en más de un 35% las aplicaciones”, específica Stanley Best, investigador de INIA Quilamapu.
¿Cómo funciona Smartfield INIA?
A través de una plataforma y aplicación para teléfonos con un enfoque de escalamiento comercial, con Smartfield INIA se puede acceder a diversas empresas que instalaron sus prototipos de maquinarias o sistemas tecnológicos en el Centro Experimental INIA Los Tilos, ubicado en la Región Metropolitana, desde donde muestran su funcionamiento, usos en el campo y asesoría técnica.
A ingresar al portal gratuito de “Smartfield INIA”, será posible realizar un tour virtual por un Marketplace, con fotos y videos 360°, donde se observan los servicios y ventajas de sistemas de sensoramiento, big data, mapas, técnicas de riesgo, monitoreo satelital para visualizar déficit hídrico, planos de segmentación, información de maquinarias con aplicaciones digitales, etc.
Los interesados en adquirir alguna de estas tecnologías o solicitar servicios, pueden tomar contacto con un asesor virtual y acceder directamente a las empresas distribuidoras o a extensionistas de INIA, a cargo de los talleres de capacitación. También será posible visitar el predio INIA Los Tilos, para conocer los prototipos de manera presencial.
Nuevos proyectos gracias a Smartfield INIA
A más de un año de su creación, las instituciones sacan cuentas alegres. Así lo explica Stanley Best, quien comenta que han incrementado a más del doble el número de empresas asociadas, teniendo actualmente más de 25 instituciones que son parte de “Smartfield INIA” y están considerando ampliarlo.
“Dado el buen desarrollo, hemos escalado el proyecto a poner otro “Smartfield INIA” en la zona Centro Sur para abarcar los cultivos presentes en esta área de tipo más industriales, tradicionales y frutales menores”, comenta el experto.
Además, el nivel de interacción y colaboración de las empresas ha sido tan alto que llevó a que crearan la Federación de Empresas Agtech, lo que ayuda al escalamiento comercial de la plataforma y a tener más presencia en el sector agrícola.
“Hemos visto la alta necesidad de capacitación que se requiere de estos temas y eso es lo que pretendemos abordar en conjunto, en un ecosistema Agtech colaborativo”, afirma Stanley Best.
Gracias a lo anterior y considerando la situación económica actual y de la agricultura, las proyecciones para fin de año y ya mirando al 2024 que se aproxima son buenas, ya que “habrá una necesidad del medio agrícola de recuperar competitividad y la tecnificación es una vía para lograrlo sosteniblemente”, considera el investigador de INIA.
De esta forma, el INIA hace una apuesta importante en su proceso de modernización, que le permite innovar en nuevas metodologías de investigación y extensión, a través de una articulación más efectiva con las empresas tecnológicas que están transformando a gran velocidad la forma de hacer agricultura en el mundo entero.