Carreteras solares: Una nueva mirada a la viabilidad
¿Qué pasaría si el sistema vial mundial tuviera potencial sin explotar para producir energía limpia mediante las carreteras solares? Es una buena pregunta.
Ellie Gabel explora la viabilidad de integrar energía solar en carreteras solares, una innovación que convertiría vías en fuentes de electricidad limpia. Las carreteras solares, compuestas por paneles fotovoltaicos cubiertos con vidrio duradero para resistir el peso de vehículos y condiciones climáticas, pueden transformar la luz solar en energía, usando la electricidad generada para alumbrado, señalización, y posiblemente, carga inductiva para vehículos eléctricos. Aunque la idea es prometedora, presenta desafíos significativos que han afectado la efectividad de proyectos piloto en países como Estados Unidos y Francia.
El único tramo de las carreteras solares en funcionamiento se encuentra en Peachtree Corners, Georgia. Desarrollado por Colas Group, este proyecto tiene como objetivo aprender de los problemas en proyectos previos, como el Wattway en Francia, que sufrió por desgaste debido al tráfico intenso y las condiciones climáticas adversas, resultando en una baja generación de energía. Otro intento en Idaho también enfrentó dificultades técnicas. Los Países Bajos han optado por una aproximación más modesta al instalar paneles solares en carriles bici, una alternativa que minimiza el impacto de tráfico pesado y demuestra cómo estas instalaciones pueden generar electricidad en zonas urbanas sin sobrecargar la infraestructura vial.
¿Será una realidad si hablamos de carreteras solares?
Otra tecnología comparada en el artículo es la piezoelectricidad, que aprovecha la presión de los vehículos sobre materiales cristalinos incrustados en las carreteras para generar energía. Desarrollada en 2008 por la empresa israelí Innowattech, esta tecnología podría proporcionar energía para cientos de hogares por cada kilómetro de carretera en situaciones de tráfico intenso. Aunque su implementación aún es experimental, presenta una solución alternativa o complementaria a las carreteras solares.
La viabilidad económica de las carreteras solares sigue siendo cuestionada. Solar Roadways estimó que “El costo para reemplazar todas las carreteras de Estados Unidos con su tecnología sería de 56 billones de dólares, mientras que un estudio de la Universidad de Stanford sugirió una cifra menor, de 7,35 billones de dólares para cubrir solo las autopistas interestatales”. Sin embargo, incluso los costos más bajos resultan elevados comparados con el costo del asfalto convencional. Además de los costos, la durabilidad y seguridad de estos paneles son factores que limitan su implementación a gran escala.
A futuro, para que las carreteras solares sean una opción viable, se requerirían materiales más seguros y duraderos, junto con avances en infraestructura de ciudades inteligentes y almacenamiento de energía. Otra alternativa viable sería instalar paneles fotovoltaicos en los bordes de las carreteras en lugar de sobre la superficie, reduciendo los costos y facilitando el mantenimiento sin comprometer la integridad de las vías. ¿No les parece buena idea?
A pesar de los obstáculos, el continuo desarrollo en el campo de la energía solar y los avances en la electrificación global mantienen la posibilidad de que la tecnología de carreteras solares y piezoeléctricas pueda desempeñar un rol en un futuro de transporte más sostenible.
¿Cuándo tendríamos estas carreteras solares en Latinoamérica?