La tecnología en las empresas ha surgido para garantizar la efectividad en el ambiente laboral de forma más rápida y eficiente. Sin embargo, puede ser perjudicial para la salud por la alta demanda de su uso en los entornos de trabajo. Ha generado un problema denominado “tecnoestrés“, una manera a la que en la actualidad los empleados se enfrentar a diario.
Según un informe por la consultora Evoluziona con motivo de la Semana de Concienciación sobre el Estrés, celebrada estos días prevé un incremento del estrés de los trabajadores en ambientes laborales por la irrupción de la inteligencia artificial en los puestos laborales.
Las principales razones son la necesidad de producir más contenido más rápido, el desconocimiento a esta nueva tecnología y el miedo de ser reemplazados. Esto genera un alto nivel de estrés y una ansiedad vinculada a la tecnología.
Asimismo, un estudio por la “McKinsey & Company” determinó que un 30% de empleados en sectores altamente avanzados tienen temor a perder su trabajo por el avance de la inteligencia artificial en sus sectores laborales.
El desgaste mental, uno de los males relacionados con el avance tecnológico
Según comentó Luis Arimany, fundador de Evoluziona, “el tecnoestrés no es sólo una consecuencia del uso excesivo de la tecnología, sino una fuente principal de ansiedad y desgaste mental en muchos trabajadores”.
Es por eso que se clasificaron en 11 tipos de tecnoestrés.
- Tecnoestrés Adaptativo: se trata de un estrés derivado de la dificultad para adaptarse a nuevas tecnologías, el cual afecta a personas que no se han desarrollado digitalmente en entornos digitales.
- Tecnoestrés por Sobrecarga: es causado por la necesidad de gestionar múltiples tareas digitales de manera simultánea. Esto genera una fatiga mental y una sobrecarga de actividades diarias.
- Tecnoestrés por Rendimiento: causado por la presión de mantenerse actualizado con las habilidades tecnológicas y la competencia en entornos digitales.
- Tecnoestrés por Intrusión: es el resultado de la exposición constante a notificaciones, correos electrónicos, mensajes de texto o distracciones que generan una irrupción en la jornada laboral.
- Tecnoestrés por Exclusión: se trata de una sensación de aislamiento cuando la tecnología sustituye las interacciones personales. Esto genera ansiedad y la necesidad de mantenerse conectado en redes sociales y plataformas de mensajería constantemente.
- Tecnoestrés por Conectividad Constante: una expectativa de estar siempre disponible, lo que dificulta la desconexión, distracción y aumenta el agotamiento mental.
- Tecnoestrés Ambiental: estrés relacionado con el trabajo en entornos altamente tecnológicos capaces de generar fatiga visual.
- Tecnoestrés por Inseguridad: se trata de una preocupación constante por la privacidad y la seguridad de los datos personales y profesionales en los entornos digitales.
- Tecnoestrés por Incertidumbre: es un estrés provocado por avance de la tecnología, lo que obliga a las personas a actualizar sus conocimientos constantemente.
- Tecnoestrés por despersonalización: surge cuando la tecnología reemplaza interacciones humanas, afectando la empatía y la interacción interpersonal.
- Tecnoestrés por IA: se trata de un tipo de estrés emergente relacionado con el miedo a ser reemplazado en el trabajo por la Inteligencia Artificial y la automatización.
¿Cómo prevenir el tecnoestrés?
El uso excesivo de las pantallas afecta a la salud y el bienestar de los trabajadores en entornos laborales.
Por el incremento constante de la tecnología, las empresas pueden mitigar este tipo de situación con puntos claves.
- Formación de los trabajadores: proporcionar capacitaciones constantes de las últimas novedades relacionados con la tecnología.
- Apoyo técnico en materia tecnológica: brindar apoyo y soluciones en conjunto a problemas informáticos.
- Acercamiento de las tecnologías de la información: promover un uso responsable y controlado de la tecnología en los espacios de trabajo, fomentar pausas para evitar fatigas mentales y sobrecarga de la tecnología.