Para millones de personas en todo el mundo, el café es mucho más que una bebida; es un ritual, un despertador y un compañero incondicional. Su aroma envolvente, su sabor intenso y su efecto vigorizante lo han consolidado como un elixir moderno, con aproximadamente el 70 por ciento de la población global disfrutando de él regularmente.
Sin embargo, más allá del placer que proporciona, nuevas investigaciones sugieren que este popular brebaje podría ser un aliado fundamental para la salud y el bienestar en el envejecimiento, especialmente para las mujeres.
Un reciente y exhaustivo estudio de la prestigiosa Universidad de Harvard ha revelado hallazgos significativos que vinculan el consumo regular de café con un envejecimiento más saludable en mujeres.
La investigación, basada en datos recopilados durante 30 años de unas 47.000 participantes del Nurses’ Health Study, sugiere que consumir hasta 2.5 tazas de café al día puede reducir drásticamente el riesgo de enfermedades cardiovasculares y prevenir la diabetes tipo 2, particularmente en mujeres de mediana edad. Estos resultados abren una ventana fascinante a cómo nuestras elecciones diarias pueden influir en nuestra longevidad y calidad de vida.
Envejecer con bienestar: La promesa del café para las mujeres
El concepto de “envejecimiento saludable” va más allá de simplemente vivir más años. Se define como la capacidad de alcanzar los 70 años o más sin sufrir enfermedades crónicas graves, ni limitaciones físicas, mentales o cognitivas que menoscaben la autonomía y el disfrute de la vida. En este contexto, el estudio de Harvard sugiere que el café con cafeína juega un papel protector, favoreciendo el mantenimiento de funciones mentales y físicas clave.
La cafeína, el componente estrella del café, es conocida por su capacidad de actuar como un potente estimulante. Al bloquear los receptores de adenosina en el cerebro, que son los responsables de inducir la sensación de cansancio, la cafeína permite que las células nerviosas operen con mayor vigor, lo que se traduce en un estado de alerta incrementado y una mayor claridad mental.
Además, la cafeína estimula la liberación de dopamina, un neurotransmisor crucial en los circuitos de recompensa y placer del cerebro, a menudo denominada la “hormona de la felicidad”, contribuyendo a una sensación general de bienestar.
Más allá de la cafeína: ¿Por qué el café es único?
Es crucial destacar que no toda la cafeína tiene el mismo impacto positivo en el proceso de envejecimiento. El estudio de Harvard subraya que otras fuentes de cafeína, como los refrescos de cola o las bebidas energéticas, no solo carecen de los beneficios observados con el café, sino que incluso pueden tener un efecto perjudicial. Sorprendentemente, un solo vaso de estas bebidas azucaradas puede reducir en un 19 por ciento la probabilidad general de envejecer de forma saludable.
De igual manera, el consumo de café o té descafeinado no mostró los mismos efectos protectores sobre el envejecimiento.
“los resultados sugieren que el café con cafeína, a diferencia del té o el café descafeinado, puede favorecer de forma única el proceso de envejecimiento, de modo que se preservan las funciones mentales y físicas”, enfatiza la directora del estudio, Dra. Sara Mahdavi.
Esto sugiere que la sinergia de los componentes presentes en el café con cafeína, y no solo la cafeína en sí, es lo que confiere estos beneficios.
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