Con el objetivo de mejorar las trayectorias formativo-laborales de jóvenes y adultos, y generar un diálogo más fluido entre el mundo formativo y productivo, el Ministerio de Educación y Corfo en colaboración con SENCE, ChileValora, representantes del sector productivo, Vertebral Chile y otras instituciones de formación, con el apoyo experto de Fundación Chile, lanzaron el Marco de Cualificaciones Técnico-Profesional (MCTP).
El Marco de Cualificaciones Técnico Profesionales busca promover itinerarios de desarrollo educativo; fomentar y posibilitar la movilidad de las personas; impulsar la empleabilidad de los estudiantes y trabajadores; y propiciar el reconocimiento de las capacidades y saberes.
Marco de Cualificaciones un avance en la educación chilena
La construcción de esta herramienta es un compromiso asumido por el Gobierno de la Presidenta Michelle Bachelet en el contexto de la Reforma Educacional que busca fortalecer la calidad y equidad de la educación en Chile.
Valentina Quiroga, Subsecretaria de Educación, manifestó que “el Marco de Cualificaciones Técnico-Profesional es un continuo de niveles que nos va a permitir desarrollar, clasificar y también reconocer competencias, habilidades y conocimientos de las personas. Parte de la riqueza de lo que estamos lanzando, se relaciona al proceso que hemos empujado para poder tener un instrumento que claramente tendrá que ser visitado y revisitado de manera regular, para que se pueda mantener actualizado”.
La jornada finalizó con un panel de conversación sobre los desafíos de la formación técnico profesional, moderado por Alejandra Villarzú, miembro del directorio de Aequalis Foro de Educación Superior, y en el que participaron Cristóbal Silva, secretario general de Vertebral y rector del Instituto Profesional Esucomex; Ximena Concha, secretaria ejecutiva de ChileValora; y Joaquín Villarino, presidente ejecutivo del Consejo Minero.
En este contexto, Joaquín Villarino, analizó los desafíos de productividad que presenta el país señalando que, “debemos ser capaces de aprovechar mejor nuestro tiempo. Esto generará espacios de liberación de recursos en formación si es que mejoramos la productividad del Estado”.
“Para el sector productivo, tener personas mal formadas y capacitadas es pérdida de productividad. Por lo tanto, cuando el mundo de la formación no habla con el mundo del trabajo, se tiene que destinar mucho tiempo en hacerlos conversar”, finalizó Villarino.