Tiempos de crisis, algunas consideraciones sobre el mundo digital e inversiones

Estamos a mediados de agosto del 2020 de una forma en la que hace un año jamás hubiéramos imaginado. El impacto de la inesperada pandemia y la resultante crisis económica representa un desafío de proporciones que tanto individualmente y como país, pareciera que no hemos podido más que abordar día a día, en un escenario de máxima incertidumbre con respecto a lo que vendrá. Las métricas asociadas a contagios parecen estar disminuyendo, aunque se anticipa que el descenso incluirá rebrotes parciales que esperamos poder controlar, ojalá siguiendo las buenas prácticas comprobadas por las naciones que empezaron antes. Es en el ámbito del impacto en nuestra economía donde realmente hay un flanco abierto, sin guías de ruta que mirar, y con grandes oportunidades para hacer las cosas bien, o lo contrario.
El impacto para las pymes ha sido devastador, la tasa de empresas cerradas por mes sigue aumentando y la tasa de desempleo estuvo sobre el 11% a comienzos del mes pasado, todo esto por supuesto en línea con una desaceleración económica de escala global. Aun en este contexto, cuando hasta las proyecciones más negativas no dejan de ser estimaciones razonables, los que operamos en el espacio del emprendimiento e innovación digital, hemos podido ver de cerca la capacidad de supervivencia del animal más raro de todos, las Startups, o emprendimientos digitales.
Mundo digital vs los tiempos de crisis
La crisis ha sido una ácida prueba para confirmar una tesis sobre el potencial de estas organizaciones. La primera es su dinamismo y capacidad de cambio y adaptación, tanto a cambios de mercado naturales, como una crisis abrupta como esta. Incluso hay una palabra para tal acción en el glosario startup: «pivotear».
Y la segunda, es el hecho de que la esencia de sus negocios existe, a veces totalmente, en un mundo digital, desanclado de lo físico, y por tanto, inmune a muchas de las formas de impacto de la crisis actual. Hay casos por supuesto en que la industria completa a sucumbido, como lo es el turismo o los eventos deportivos, pero incluso en esos espacios hemos visto adaptaciones rápidas donde las tecnologías se han adaptado rápidamente para solucionar otro tipo de problemas o incluso cambiar de industria.
La problemática es distinta para los fondos de inversión que se enfocan en startups en este mundo digital. Al comienzo de la crisis, temimos que veríamos una retracción total de los fondos pensando en que lo razonable era asegurar capital para sostener a las compañías de los portafolios ya invertidos versus buscar nuevas inversiones. Sin embargo ocurren dos fenómenos naturales, el primero es el hecho de que, en promedio, el impacto sobre los portafolios de startups de estos fondos ha estado entre el 20% – 30%, dadas las características mencionadas de estas compañías, y con buenas posibilidades de recuperación.
En segundo lugar y más importante, es el hecho de que estos fondos, son en lo más profundo, visionarios. Su modelo se basa en apostar por oportunidades donde otros ven riesgo y problemas. Estos fondos han utilizado la crisis a su favor, como un filtro, para ver con mayor claridad cuáles serán las compañías que brillarán en la economía mundial post Covid. Los fondos se han adaptado también, modificando sus tesis de inversión rescatando de la crisis actual los lineamientos de las nuevas necesidades de la sociedad y la industria. Además, han demostrado con el ejemplo, que el momento de invertir en estas soluciones es ahora.
El camino no deja de ser riesgoso, sin embargo tenemos que recorrerlo igual, con la certeza, confirmada por la crisis, de que la innovación y el emprendimiento digital son el camino correcto en este mundo digital.
Artículo de opinión redactado por Juan Eduardo Orlandi, CEO de Magical. Conoce más columnas en la sección de Zoom Tecnológico.