Automatización, seguridad y reducción de costos. Esas son algunas de las ventajas que promete entregar Smartki, una tecnología desarrollada por la firma chilena Scharfsteiny que permitirá hacer un cambio radical en los servicios de conserjería para condominios, tal como los conocemos hoy.
La herramienta, que ya está siendo utilizada en más de diez comunidades en distintas regiones de Chile, busca automatizar los controles de acceso de edificios y condominios, para de esa forma garantizar mayor seguridad y gastos comunes más bajos a los residentes.
Así, el usuario, a través de una aplicación móvil, podrá generar invitaciones para que sus amigos o visitas puedan acceder al edificio, creándose de esa forma, un registro de todos los ingresos a la comunidad en condominios.
“Hoy en día están los citófonos, los controles de acceso, tenemos al conserje, quien debe pedir la cédula de identidad a cada persona que visita el edificio, pero todo sigue funcionando igual que hace veinte años. Entonces, ¿qué hacemos para mejorar la experiencia y, a la vez, reducir los costos? Porque tener un conserje 24/7 no es muy barato y es un gran tema para los condominios”, afirma Cristóbal Muñoz, Head of Innovation de Scharfstein Labs.
Con esa interrogante en mente surgió Smartki, una plataforma integral de automatización que, además de otorgar mayor seguridad y permitir una reducción de los costos operacionales, busca que los conserjes puedan destinar ese tiempo a la entrega de otros servicios, agregándole más valor a la comunidad.
Inversión inicial cero para condominios
Cristóbal Muñoz destaca que “como modelo de negocio, nosotros ofrecemos al cliente inversión cero. Solo se paga un costo mensual para agregar esta seguridad, que equivale a una ínfima fracción de lo que suele ser un turno 24/7 de un conserje. Nosotros hacemos la inversión, instalamos el sistema y luego la comunidad nos paga por el servicio”.
En términos de infraestructura, dice, “si bien nosotros hacemos una asesoría para evaluar el equipamiento con el que ya cuenta el edificio, no hay que hacer grandes inversiones, ya que se pueden usar las rejas, barreras y puertas existentes; nosotros ponemos la tecnología para hacer inteligente todos sus equipos”.
Por otro lado, la recepción de Smartki por parte de las comunidades en condominios ha sido “excelente”, comenta Muñoz. “Estamos con más de diez proyectos y proyectamos treinta a final de año, en plena pandemia, periodo en el que dentro del mercado inmobiliario se hizo más patente la necesidad de contar con más tecnología, porque los conserjes no podían llegar y el nivel de servicio bajó, pero también aumentó la morosidad en los gastos comunes”.
Por último, el representante de Scharfstein señala que el proyecto sigue en constante evolución, sumando más funcionalidades y recibiendo feedback por parte de los clientes y condominios.