Tanto para el cliente como para las empresas, la experiencia hoy es una prioridad para el consumo, probablemente en la actualidad es más evidente, sobre todo después de lo vivido con la pandemia que ha provocado una aceleración en la adopción de productos digitales en su economía.
Si bien la tecnología da el acceso, esta no garantiza la mejor experiencia, pues hace falta ese elemento humano, que hará el diferenciador más grande entre empresas y experiencias, por ejemplo, en la empatía, compromiso e inmersión. Un modelo ideal sería la mezcla de ambos y ya hay empresas que lo implementan con soluciones de realidad virtual, notas escritas a mano, conversaciones que, si bien se hacen con una herramienta digital, requieren la interacción con un humano en esta experiencia de usuario.
Economía y la experiencia de usuario
Ofrecer buenas experiencias es tan importante como su diseño en sí; hay que detectar el problema, buscar la solución y convertirla en la experiencia que el cliente necesita.
La economía de la experiencia ya existía antes de la pandemia, lo que sucedió después y durante tuvo que ver con potencializar la optimización de las experiencias y en otros casos rediseñarlas por completo.
Estamos en una época del año clave, se aproxima un nuevo super evento de descuento, Cyber Monday, y en pocos meses, llegará Navidad, momento importante en donde las empresas y marcas podrán mostrar lo que han aprendido y los diferenciales implementados para ganar la confianza de cliente y usuarios.
¿Hacia dónde se perfila la economía de la experiencia? SAP, empresa líder en soluciones para la empresa inteligente, comparte algunas respuestas.
- La experiencia del cliente es una prioridad para los próximos cinco años.
- Los compradores están dispuestos a pagar por una buena experiencia.
- La experiencia del cliente podría superar al producto y el precio.
- Más empresas buscarán monetizar la experiencia.
- Una experiencia debe ir más allá de la oferta personalizada.
- El tiempo es una moneda de valor clave, el consumidor valora mucho el tiempo.
- Hay que estar informados de lo que piensan y sienten los clientes.
Las grandes experiencias, las que dejan huella y fidelizan clientes se basan en una investigación completa y detallada. Luego viene la otra mitad, el diseño de la experiencia, la solución que se obtuvo tras hacer las preguntas correctas, conseguir clientes, segmentar el mercado, identificar el problema, escuchar opiniones, cerrar las brechas y trabajar proactivamente mientras el mundo se mueve de manera tan cambiante y rápida, que en ocasiones las experiencias se quedan cortas.
¿Qué hacer en tiempos en que el cambio es algo importante? Seguir trabajando en ellas, apostar y transformarse para crear las experiencias innovadoras del futuro.