Si de descentralización se trata, la Incubadora de Negocios Chrysalis, de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso, es un ejemplo a seguir. Con presencia en el Maule, Atacama, Coquimbo y por supuesto Valparaíso, Chrysalis ha logrado apoyar más de 500 startups desde el 2012 , alcanzando montos por sobre $5.000 millones de pesos en refuerzos a la innovación y emprendimiento.
¿Qué se hace en una incubadora de negocios? Esta organización de la PUCV se presenta como apoyo e incentivo al desarrollo de startups. Un grupo de profesionales entregan consejos y guían a los emprendedores en la difícil tarea de sobrevivir en el ecosistema de las mipymes en Chile.
Según cifras levantadas por Chrysalis, en Coquimbo las principales inversiones realizadas se basan en el acompañamiento de proyecto, formación y gestión estratégica a través de las distintas actividades de la Incubadora, tales como talleres, asesorías, campus virtual, mentorías y directorio, con la finalidad de poder posicionar al emprendimiento dentro de la región.
“Es una experiencia enriquecedora poder contar con el testimonio directo de los emprendedores en Chile. Nosotros buscamos simplificar las diversas tareas, tanto en ayudarles a hacerse conocidos en la zona, como también apoyarlos en la burocracia misma de levantar una idea innovadora”, señaló Cristhian Aldayuz, gerente de Chrysalis.
Chrysalis e impacto en el mundo emprendedor
Sobre su presencia en la región de Valparaíso, Aldayuz destacó que “se han destinado $310 millones en emprendimientos de alto impacto. Algunos programas de incubación, capacitaciones, asesorías y talleres han permitido administrar más de $690 millones de subsidios para la innovación y el desarrollo de emprendimientos solo desde el 2020 a la fecha”.
Dentro de las áreas más destacadas por la incubadora resalta la Educación con emprendimientos clave en el proceso de digitalización, como MIDE de la Fundación Apptitudes, AcamyKids, +Meaning, Aymar Warmi y Monsta; Construcción con SmartBlock y Ecoladrillos Punitaqui; y Medioambiente, a través de Aeroveggie y Retrocicla.
Según datos del Global Entrepreneurship Monitor, en los países en desarrollo la tasa de mortalidad de las mipymes está entre un 50 y 75% de fracaso en sus primeros 3 años. Es por ello que la incubadora Chrysalis se transforma en el aliado ideal para poder sortear con éxito el valle de la muerte del ecosistema mipyme.