La hiperpersonalización se ha convertido en un tema recurrente en muchas industrias, desde el entretenimiento hasta la banca, y esa ola está impactando con fuerza al sector educativo. La hiperpersonalización se trata de brindar una experiencia individualizada considerando las particularidades de la persona, información que hoy en día es fácil de procesar mediante herramientas tecnológicas.
La idea de hiperpersonalización proviene de la importancia que actualmente tiene la experiencia del cliente o usuario (CX, como se abrevia en inglés), y al trasladar este concepto al mundo educativo, vemos el impacto a partir de modelos de tecnología educativa (EdTech), que cada vez apuestan más por ofrecer una experiencia de aprendizaje individualizada con la ayuda de herramientas como la Inteligencia Artificial.
Hiperpersonalización impulsa nuevas modalidades de aprendizaje
Este escenario ha sido impulsado por la descentralización del conocimiento, ya que las personas han dejado de depender exclusivamente de instituciones educativas como las universidades para seguir aprendiendo. Hoy en día el aprendizaje en línea, o e-learning, ha permitido el aprendizaje continuo para muchos segmentos de la población. Tan solo durante la pandemia, la demanda de cursos en línea creció exponencialmente, haciendo que el valor de mercado del e-learning a nivel global crezca, de hecho, se prevé que su valor llegará a más de 800 mil millones de dólares para 2030.
Plataformas como Duolingo combinan la inteligencia artificial y las ciencias de idiomas para crear lecciones que se adaptan al nivel de cada usuario de acuerdo con su desempeño y ritmo de aprendizaje. Los algoritmos de aprendizaje automático que emplea la aplicación trabajan constantemente para dar a cada usuario un contenido adecuado para su nivel de dominio y los resultados son alentadores.
Un estudio reveló que los usuarios de Duolingo que alcanzaron la sección 5 en los cursos de francés y español desde el inglés, el nivel principiante del curso, tuvieron un desempeño en evaluaciones de comprensión oral y escrita tan bueno como el de estudiantes universitarios que completaron cuatro semestres de clases de idiomas en la universidad.