Como “trascendental” se ha catalogado desde la futura coalición de Gobierno el proyecto que reduce la jornada laboral de 45 a 40 horas laborales semanales. Impulsada por la ex diputada y nueva ministra Subsecretaria de Gobierno, Camila Vallejos, la iniciativa, según indican, busca alcanzar los estándares de la OCDE, conjugando empleabilidad y productividad como factores complementarios para su éxito.
Tanto el futuro ministro de Hacienda, Mario Marcel, como la nueva secretaria de Estado en la cartera de Trabajo, Jeannette Vega, han sostenido reuniones protocolares para analizar la mejor forma de implementar la medida de las horas laborales, que fue uno de los aspectos más comentados dentro de las propuestas del presidente electo Gabriel Boric, durante su campaña para el sillón presidencial.
En tanto, los gremios se mantienen expectantes, debido a la situación económica actual, cuyo escenario de desaceleración según la Encuesta de Expectativas Económicas publicada por el Banco Central, apunta a que la economía chilena se expanda en un 2,1% este año. Si bien, la tasa de desempleo continúa a la baja con un 7,2%, de acuerdo a los datos del Instituto Nacional de Estadísticas (INE) en el trimestre móvil octubre diciembre de 2021, desde la misma entidad afirman que aún está lejos de los niveles pre pandemia a fin de ir afinando este proyecto que reduce las horas laborales.
40 horas laborales: Esfuerzos graduales y pensando en la productividad
Un estudio elaborado por la Comisión Nacional de Productividad (CNP) de abril del 2020, indicó que la eventual nueva jornada laboral de 40 horas, implicaría una reducción en torno al 5% de las horas anuales trabajadas, significando una caída de las remuneraciones mensuales reales en el rango de 0,5 a 5,5%, lo que produciría una reducción en el crecimiento del PIB anual entre 0,5 y 1,5%.
En el mundo académico, han hecho hincapié en que lo más sensato es que la medida pueda darse de forma gradual, especialmente considerando la inestabilidad generada por el conflicto Ruso-Ucraniano, que ha tenido en vilo a los mercados durante los últimos días.
Desde el mundo Pyme hay voces optimistas. En la agrupación Somos Pymes, han comentado que gran parte de los socios de la congregación ya cumplen efectivamente con jornadas laborales de 40 horas semanales. Eso sí, indicó que uno de los factores de mayor importancia para el éxito de esta medida es generar un cambio cultural dentro de las organizaciones.
Esto último es compartido por SAWA, software integral de Incentivos y Reconocimiento, donde su CCO, Pablo Rioja, indica que “La única forma de reducir el horario de trabajo es aumentar la productividad, es decir, producir más en menos horas. De acuerdo a la OCDE, la productividad por hora trabajada en Chile es de $30 USD, que es sólo mayor a países como Colombia, México y Costa Rica, y llega solo al 56% del promedio de la OCDE ($54 USD). Para lograr mejorar esto, se requiere alinear diversos factores donde, por supuesto, está el capital humano, que debe estar al centro pues es desde ahí donde se pueden generar grandes cambios”.
Desde la compañía, indican que la fidelización de los colaboradores mediante el reconocimiento e incentivos, son una de las formas que diversas industrias ya están adoptando para mejorar los niveles de productividad.
“A través de programas gamificados de incentivos, por ejemplo, las empresas logran impulsar el desempeño de las personas dentro de las organizaciones, invitándolos a ser parte de desafíos alineados con sus jefaturas y que, al cumplirlos, les significarán recompensas en puntos que pueden ser canjeados en productos, servicios y experiencias dentro del catálogo disponible. Esto es una motivación por sobre la remuneración normal y que aporta para que los colaboradores mejoren sus niveles de productividad, un colaborador más feliz y motivado producirá más, generará más ideas, se comprometerá más, hará mejores análisis y es más probable que se quede en la empresa, reduciendo los costos de reemplazo”, comenta Pablo Rioja.
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