La legalización del juego en Colombia ha traído a numerosas empresas a este mercado. Y aunque la mayor parte operan conforme a los reglamentos y requisitos que marca el Gobierno de la Nación, siempre se puede escapar alguna que opere de forma ilegal. Por eso es importante tener claro cómo distinguir aquellas casas que operan conforme a la ley de las que no lo hacen.
Una solución para conseguirlo es apostar en casas de apuestas con una larga fama y de amplia experiencia en el mercado, como puede ser Bet365 apuestas. Sin embargo, también hay otras que no son tan conocidas o reconocidas y que merecen nuestra atención. Por eso vamos a contarte cómo distinguirlas de las que simplemente son un fraude.
Consulta la página web del gobierno colombiano
Al igual que ocurre en otros países donde el juego está actualmente legalizado, en lo que respecta a las casas de apuestas en Colombia estas deben contar con una licencia que autorice su actividad. El hecho de carecer de la misma implica un incumplimiento de la normativa y por tanto, ya nos da una pista de que esta casa de apuestas no es legal.
En general, todas las salas autorizadas por el gobierno colombiano deben mostrarlo en su página web, a través de un icono que lleva a la página principal de Coljuegos, el regulador correspondiente. Si pinchamos en ella, iremos directamente a la información de la licencia y todo lo que debemos saber de la página.
Consulta páginas de reseñas
Otra opción interesante para ver si una casa de apuestas es de fiar, es consultar algunas de las páginas de reseñas que tenemos en la red. Actualmente existen muchas páginas que se dedican a evaluar el funcionamiento de estas salas en diferentes aspectos. Uno de ellos es la legalidad de esa sala, aunque también se evalúan aspectos como el tiempo de la retirada, cuánto tardan los ingresos o la relación entre las cuotas de cada casa respecto de lo que ofrece el mercado.
Todos estos datos también nos sirven para evaluar realmente si las casas de apuestas en las que estamos pensando jugar ya no solamente son legales, sino que también tienen la calidad necesaria para ofrecernos una buena experiencia. Y aunque es cierto que algunas de ellas pueden incluir reseñas patrocinadas, la mayor parte de estas páginas dedicadas a analizar estas páginas pueden ser legales con sus usuarios.
Signos de alarma
Aun cuando, por todo lo comentado, una sala puede ser adecuada para jugar, también debemos tener en cuenta ciertos signos y alarmas que nos deberían hacer desconfiar de la legalidad de una página dedicada al juego online y en concreto, a las apuestas.
Uno de ellos es la presencia de elementos en el contenido que no nos acaban de encajar. Entre ellos tendríamos:
- Traducciones pobres realizadas con soluciones automatizadas.
- Frecuencia de faltas de ortografía o gramaticales en el contenido.
- Textos sin ningún sentido y escritos para rellenar.
- Otros detalles del contenido que nos hagan sospechar.
Todos estos elementos son habituales en las páginas de las casas de apuestas fraudulentas y nos deberían hacer desconfiar a la hora de apostar en un sitio web concreto.
Algo parecido pasa con aquellas promociones que superan lo habitual. Si una casa de apuestas nos ofrece bonos que están muy por encima del mercado, es probable que detrás de esa oferta no haya un beneficio sino una posible estafa. Lo mismo pasa con aquellas casas de apuestas que ofrezcan cuotas muy elevadas para eventos en los que otras salas no lleguen a tanto. La idea de ambas ofertas fraudulentas es captar fondos y posteriormente, quedarse con ellos, sin hacer nada más.
Finalmente, no está de más desconfiar de aquellas páginas que solamente nos ofrecen la posibilidad de realizar ingresos o retiradas mediante tarjeta de crédito. Una casa de apuestas de calidad ofrece opciones como esa tarjeta, pero también monederos electrónicos, como PayPal o Skrill, así como otras opciones como transferencias desde tu cuenta bancaria. Cuando solamente se pueden hacer ingresos y retiradas en una casa de apuestas mediante tarjeta de crédito es otro síntoma de que algo raro ocurre.