Red Hat, Inc., el proveedor líder mundial de soluciones open source, anunció que Red Hat Enterprise Linux será la plataforma de sistema operativo de El Capitan, computador dedicado a la supercomputació, primera supercomputadora a exaescala de la National Nuclear Security Administration’s (NNSA). El Capitan, que se proyecta como la supercomputadora más potente del mundo, está alojada en el Lawrence Livermore National Laboratory (LLNL). Red Hat Enterprise Linux, que actúa como catalizador de la pila de software de El Capitan, proporciona un vínculo fundamental para dotar a la supercomputación habilitadas para la nube de componentes de inteligencia artificial (IA) y aprendizaje automático (ML). Paralelamente, la plataforma se integra fácilmente con el actual entorno tecnológico del LLNL y simplifica la administración y la experiencia del usuario, desde los sistemas tradicionales hasta la infraestructura de próxima generación de El Capitan.
Una vez implementada en su totalidad entre mediados y fines de 2024, se espera que El Capitan presente una potencia de procesamiento superior a los dos exaflops por segundo (doble precisión). Los tres laboratorios de la NNSA (LLNL, Los Alamos National Laboratory y Sandia National Laboratory) utilizarán en supercomputación para velar por la seguridad, la protección y la confiabilidad del arsenal nuclear de la nación.
Supercomputación y El Capitán
La supercomputadora y Tuolumne, su sistema complementario no clasificado, también contribuirán a la investigación en áreas que abarcan desde la climatología, la biología computacional, el descubrimiento de materiales, la física de alta densidad energética y la modelización de materiales, entre otras.
“La colaboración entre Red Hat y el Lawrence Livermore National Laboratory refleja lo indispensable que es contar con una plataforma Linux uniforme, integral y de confianza para supercomputación como Red Hat Enterprise Linux para algunas de las tareas de investigación más importantes de nuestro país. Estamos muy orgullosos de continuar esta relación de más de 20 años con el LLNL y de llevar la plataforma Linux empresarial líder del mundo a lo que en breve será la supercomputadora a exascala más veloz del planeta”, indica Gunnar Hellekson, vicepresidente y gerente general, Red Hat Enterprise Linux, Red Hat.
El LLNL cuenta con una larga trayectoria compartida con Red Hat, dado que ha utilizado Red Hat Enterprise Linux como eje estructural de muchos de sus sistemas, 11 de los cuales figuran en la lista Top 500 de las supercomputadoras más potentes del mundo. El LLNL también utiliza Red Hat Enterprise Linux como el sistema operativo predeterminado de varias supercomputadoras más pequeñas dentro de sus redes restringidas y de colaboración, como Tuolumne y RZAdams, con el objeto de crear un entorno operativo estándar en la mayor parte de los sistemas del laboratorio para supercomputación.
Es de suma importancia que exista armonía entre RHEL y el LLNL, ya que las estrategias de la computación de alto rendimiento (HPC) deben alinearse con el predominio abrumador de los sistemas basados en la nube. En particular, esto se aplica a los entornos de software, ya que la sostenibilidad y la accesibilidad son factores vitales para el funcionamiento de estos HPC.
“Red Hat Enterprise Linux combina una solución open source con la garantía fundamental de contar con pruebas y software de calidad superior para una informática crítica y a gran escala. Estamos encantados de expandir esta alianza e incluir El Capitan”, agrega Bronis de Supinski, director de tecnología de Livermore Computing, Lawrence Livermore National Laboratory.
Al estandarizarse en la plataforma Linux empresarial líder del mundo, el LLNL es capaz de potenciar la eficiencia operativa y la flexibilidad, dos características fundamentales para los equipos que supervisan la gestión y el mantenimiento diarios de los entornos de supercomputación. Esta trayectoria conjunta del LLNL y Red Hat contribuyó a fomentar una mayor colaboración en torno a la evolución de la supercomputación y contempló el desarrollo de buenas prácticas para conectar los programadores de supercomputación HPC y los orquestadores de nube a fin de que acompañen el crecimiento continuo de la nube.