
El cambio climático o el calentamiento global tiene años dando de qué hablar pero, según datos del Servicio de Cambio Climático Copernicus, el año 2024 se perfila como el más caluroso, de hecho, es el primero en alcanzar un incremento promedio de temperatura global de 1,5°C por encima de los niveles preindustriales.
“Tras diez meses de registro, es casi seguro que el promedio anual superará los 1,55°C”, indicó Samantha Burgess, directora adjunta de Copernicus.
Estos datos, aunque son preocupante, refuerzan la necesidad de que los gobiernos intensifiquen sus esfuerzos en la conferencia COP29, que se llevará a cabo en Bakú, Azerbaiyán, a partir del 11 de noviembre.
La COP29 abordará temas cruciales como la financiación para que los países en desarrollo puedan reducir sus emisiones de gases de efecto invernadero y adaptarse a los efectos del calentamiento global. – Por cierto- este evento se realiza con cierta incertidumbre por los resultados electorales en Estados Unidos, ya que han cuestionado la veracidad del cambio climático y su impacto en los patrones globales de temperatura.
Calentamiento global y el año más caluroso
Según Copernicus, el pasado mes de octubre fue el segundo más caluroso en la historia, solo superado por octubre de 2023, alcanzando una media de 15,25°C, 1,65°C por encima de los niveles preindustriales. Estos valores se alinean con la meta del Acuerdo de París de 2015, que busca limitar el aumento de temperatura por debajo de 2°C y, si es posible, a 1,5°C. Sin embargo, este umbral de 1,5°C se refiere a una tendencia a largo plazo y solo se considera superado si el promedio anual de calentamiento global permanece por encima de esa cifra durante dos o tres décadas.
A pesar de los esfuerzos internacionales, el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) advierte que las políticas actuales nos encaminan hacia un calentamiento de 3,1°C para finales de siglo. Incluso si todas las promesas se cumplen, el aumento se estabilizaría en alrededor de 2,6°C, significativamente por encima de lo acordado en París. Este ritmo de calentamiento podría desencadenar consecuencias desastrosas y cada vez más frecuentes en todo el mundo.
Los impactos mortales del cambio climático han sido evidentes en desastres recientes, como las graves inundaciones en el sur de España, que causaron la muerte de más de 200 personas en Valencia. António Guterres, secretario general de la ONU, ha reiterado la urgencia de tomar acciones más firmes, destacando que las catástrofes climáticas ya forman parte de la realidad actual y que el apoyo económico a las naciones en desarrollo para medidas de adaptación sigue siendo insuficiente.
Ante esta crisis climática sin precedentes, el llamado es a la adaptación y mitigación de los efectos del calentamiento global. La comunidad internacional, a través de la COP29, enfrentará el desafío de establecer acuerdos y movilizar los fondos necesarios para frenar esta tendencia, proteger a las poblaciones vulnerables y mejorar la resiliencia frente a estos eventos climáticos extremos.