Nace la Generación Beta: ¿El fin de las decisiones humanas?
Ésta será la primera en delegar sistemáticamente decisiones importantes a asistentes tecnológicos.

El 2025 marcará el nacimiento de la “Generación Beta”, niños que crecerán en un mundo donde la inteligencia artificial (IA) no es una herramienta externa, sino una extensión natural de la toma de decisiones.
La Generación Beta, que abarcará a los nacidos entre el 2025 y el 2039, será la primera en delegar sistemáticamente decisiones importantes a asistentes tecnológicos. Para el 2035, se espera que representen el 16% de la población mundial, un porcentaje que transformará nuestras sociedades de formas que apenas comenzamos a imaginar.
La delegación algorítmica de decisiones, que hoy observamos en plataformas que nos recomiendan qué ver en Netflix o qué comprar en Amazon, se profundizará y expandirá a casi todos los aspectos de la vida. En el comercio, los algoritmos no solo sugerirán productos: seleccionarán, compararán y optimizarán cada compra basándose en datos que abarcan desde sostenibilidad y presupuesto hasta impacto emocional. ¿Qué implica esto? Que la relación del consumidor con el comercio cambiará. Ya no decidirán, en el sentido tradicional, sino que confiarán en que los algoritmos lo harán mejor que ellos mismos.
Generación Beta y los asistentes con IA
La estética y el cuidado personal también serán áreas donde los asistentes de IA transformarán hábitos. La Generación Beta confiará en sistemas que personalicen estilos, sugieran peinados, colores de ropa o incluso qué maquillaje usar según el contexto, el estado de ánimo o la tendencia del momento. No se tratará solo de recomendaciones: el nivel de personalización será tan preciso que las elecciones estéticas serán prácticamente automatizadas.
Y en la vida cotidiana, la IA no solo planificará menús semanales o itinerarios de viaje; se convertirá en una compañera en decisiones trascendentales, como elegir una universidad o una carrera profesional. Los niños que hoy nacen crecerán confiando en estas herramientas para resolver problemas complejos y cotidianos por igual. En esta realidad, la relación con la responsabilidad personal y el libre albedrío se redibujará completamente.
Este cambio plantea interrogantes importantes: ¿cómo impactará esto en la creatividad, el pensamiento crítico y la capacidad de los seres humanos para tomar decisiones por sí mismos? ¿Qué pasará cuando delegar sea la norma y decidir, una excepción?.
El cambio no solo afectará a las personas, sino también a las marcas, que tendrán que aprender a venderle primero a los algoritmos y luego a los consumidores. Las marcas necesitarán demostrar valores auténticos, no solo frente a sus públicos humanos, sino también a los sistemas que actuarán como “guardianes” de consumo. La competencia no será solo por la atención humana, sino por ganar un espacio en los criterios algorítmicos de selección.
Estamos en la antesala de un cambio profundo, uno que transformará las relaciones humanas, la economía y nuestra noción de qué significa ser humano en un mundo mediado por la inteligencia artificial. La Generación Beta no será la generación que adopta la tecnología, sino la que vive en simbiosis con ella.
Columna redactada por Alejandro Silberstein, Socio Director Agencia Raya. Conoce más artículos de opinión en Zoom Tecnológico.