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¿Qué ocurre con el streaming deportivo?

Se observan cambios importantes por nuevos actores en la escena.

El streaming deportivo o la transmisión de eventos deportivos, especialmente los partidos de fútbol, enfrenta un panorama cada vez más complejo debido al encarecimiento y la fragmentación de los derechos de transmisión.

Esta situación afecta tanto a las plataformas de streaming como a los consumidores, marcando un desafío significativo para el modelo de negocio de estos servicios de streaming deportivo.

Streaming deportivo: La lucha por los derechos de transmisión

Los derechos de transmisión de los partidos deportivos son propiedad de los equipos, quienes negocian directamente con televisoras y plataformas de streaming. Estos convenios suelen tener una duración limitada, de seis meses a un año, lo que favorece la constante renegociación y reestructuración del mercado.

En este contexto, el acceso exclusivo a ligas deportivas se ha vuelto cada vez más difícil. Según Claudia Benassini, especialista en televisión restringida y plataformas digitales, los equipos optan por vender los derechos de transmisión a múltiples plataformas, con el objetivo de maximizar la visibilidad de sus partidos tanto a nivel local como internacional.

El caso Fox Sports: Una muestra de las dificultades

Fox Sports, una de las plataformas que apostó por la exclusividad de eventos deportivos, ha enfrentado recientemente una serie de contratiempos en el streaming deportivo. Perdió los derechos de transmisión de los partidos del Club Juárez en la Liga MX debido a diferencias contractuales y está en medio de una disputa con la Concacaf por incumplimientos de pago relacionados con la Champions Cup.

Estos problemas financieros han derivado en demandas legales y han expuesto la vulnerabilidad de las plataformas que no logran manejar adecuadamente los costos de estos derechos.

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Creciente competencia y costos en el streaming deportivo

El aumento de plataformas interesadas en adquirir derechos de transmisión ha provocado una inflación significativa en los costos de estos activos. Marco Liceaga, vicepresidente ejecutivo de Televisa Univision, destacó que hasta cuatro plataformas compiten por una misma liga, lo que incrementa los precios y obliga a las empresas a realizar evaluaciones rigurosas antes de invertir en derechos deportivos.

Liceaga citó el caso de una plataforma que adquirió derechos de fútbol europeo por una suma exorbitante, pero no logró monetizarlos adecuadamente debido a una mala evaluación inicial. Este ejemplo refleja la necesidad de considerar factores como la popularidad de las ligas y el retorno de inversión antes de comprometer recursos financieros.

El Mercado del streaming deportivo

El streaming deportivo se ha convertido en un mercado en expansión. En México, el 30% de los suscriptores de servicios on-demand paga por contenido deportivo, consolidando al país como uno de los más demandantes en este ámbito, según datos de Bango Latam Consumer. A nivel global, se estima que este mercado alcanzará un valor de 87,000 millones de dólares para 2028, de acuerdo con Research and Markets.

Sin embargo, esta migración hacia el streaming deportivo también fragmenta la disponibilidad de los eventos deportivos, lo que genera frustración en los consumidores. Como explicó Radamés Camargo, analista de The Ciu, las audiencias enfrentan mayores dificultades para encontrar dónde ver los partidos de sus equipos, además de tener que asumir costos más altos debido a los precios inflados de los derechos de transmisión.

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Impacto en los consumidores y el futuro del modelo

La fragmentación y los costos crecientes afectan directamente a los usuarios, quienes no solo deben suscribirse a múltiples plataformas para acceder a los eventos deportivos que les interesan, sino que también enfrentan tarifas más elevadas, ya que los precios de los derechos de transmisión suelen trasladarse al consumidor final.

El panorama actual obliga a las plataformas de streaming a replantear sus estrategias, buscando un equilibrio entre la adquisición de derechos deportivos y la rentabilidad. Por otro lado, los equipos y las ligas deben considerar cómo maximizar su alcance sin alienar a las audiencias, que podrían desmotivarse frente a los costos elevados y la falta de acceso centralizado.

El futuro de la transmisión deportiva parece inclinarse hacia una mayor fragmentación y una creciente competencia en el mercado de derechos de transmisión. Si bien esto abre nuevas oportunidades para los equipos y ligas, también plantea retos significativos para las plataformas de streaming y los consumidores, quienes enfrentan un panorama más caro y complicado. La clave estará en encontrar un modelo sostenible que permita satisfacer la creciente demanda de contenido deportivo sin afectar la experiencia del usuario.

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