El Internet de las Cosas o IoT se encuentra en la mayoría de nuestros electrodomésticos, es por eso que es posible encontrar en aparatos del hogar como televisores o línea blanca, sino que además está presente en estacionamientos inteligentes, marketing personalizado, eficiencia energética, reducción de consumo de combustible, optimización y eficiencia de flotas, automatización de flujos de tránsito, prevención, detección y predicción de fallas de equipamiento, entre otros.
A fin de aproximar el IoT a los usuarios finales, Rafael Onetto, Gerente de Ventas del sector industrias, comercio y telecomunicaciones de Adexus, menciona cinco áreas que han incorporado este sistema y explica cuál es el valor agregado que entregan:
1. Transporte: la captura de datos y su respectivo análisis permite, entre otras cosas, reducir el consumo del combustible, automatizar los flujos de tránsito, mejorar y optimizar las flotas de una empresa. Además, detectar y predecir fallas de equipamiento, optimizar los recorridos y las rutas del transporte de pasajeros terrestre, fluvial y aéreo, son otros de los análisis que se pueden sistematizar por medio del IoT.
2. Retail: mantener la atención del cliente en tiempos de conectividad y donde las marcas proliferan día a día, es un desafío. Es por eso que el Internet de las Cosas, nos da la posibilidad de incorporar inteligencia artificial, aprendizaje automático y procesos de automatización, como una forma de atraer a los clientes, gestionar el inventario y controlar la cadena de suministro. De esta forma, se proporcionan experiencias más satisfactorias y es posible entregar ofertas personalizadas al consumidor.
3. Salud: una de las principales demandas que reciben los centros de salud es la calidad de la atención. Es por eso que existen sistemas inteligentes que analizan y comparan la cantidad de pacientes que llegan en un día, el tiempo que permanecen en espera y el tiempo de duración de la atención, permitiendo así, mejorar el servicio y experiencia que ofrece el centro asistencial gracias a la integración del IoT.
4. Seguridad: tener un monitoreo en tiempo real de la seguridad de cualquier tipo de lugar en el mundo, hoy es una realidad. Es ahí cuando por medio del Internet de las Cosas las ciudades se vuelven inteligentes y a través de una serie de sistemas interconectados es posible generar redes para atender las necesidades de las grandes smart cities.
Ese es el caso de las cámaras de vigilancia que hoy no sólo permiten registrar diferentes delitos, sino que al incorporar IoT, se puede entregar un diagnóstico más certero de las problemáticas, con alarmas mucho más rápidas y así, contribuir en la prevención de la delincuencia.
5. Servicios Ciudadanos: mejorar el servicio de recolección de residuos residenciales también es posible gracias al Internet de las Cosas. La analítica de la data permite definir, inteligentemente, la periodicidad de los recorridos y los horarios de los camiones recolectores. Contribuyendo así también, a aumentar el ahorro energético y reducir las emisiones de gases contaminantes.
El Internet de las Cosas está revolucionando los mercados, las ciudades y las personas, permitiendo simplificar la vida.
De hecho, según la consultora IDC se estima que a 2020 se llegue a los 30 mil millones de cosas conectadas en el mundo.
Sin duda, es una tendencia que llegó para quedarse, con expertos que año a año se especializan en extraer y aplicar la tecnología en función de las necesidades de cada ámbito.