Si bien el 2020 fue todo un desafío para profesores, alumnos y padres tener que acostumbrarse a este sistema educativo a distancia o a la educación digital, los expertos señalan que este 2021 la forma de aprendizaje debería mejorar con la inclusión de tecnología tanto en las clases como en los materiales de apoyo. De hecho, el llamado a las instituciones educacionales es a mantener una parte del plan de estudios en la educación digital, incluso después de que haya terminado la pandemia.
En el pasado, las clases online consistían en un profesor que se grababa a sí mismo dando una lección, donde luego los estudiantes consumían el recurso con interacción asincrónica, en el mejor de los casos. Hoy ese sistema está obsoleto, ya que el aprendizaje online rompió todos los límites de la creatividad, desarrollando un sistema educativo nunca antes visto.
¿Cómo se puede aprovechar el uso de la tecnología en el aprendizaje?
Usando los recursos educativos digitales
Internet entrega múltiples plataformas y herramientas para el aprendizaje online. Instrumentos como Google Classroom, Zoom o Teams permiten a los estudiantes tener experiencias educativas valiosas e interactivas. El uso de herramientas tecnológicas motiva y hace que los jóvenes mantengan la atención más fácilmente, asimilando los contenidos con mayor rapidez.
Además, la tecnología permite generar conocimiento de una forma que no es posible de modo presencial: los estudiantes van mucho más allá de la adquisición de conocimiento al sentarse a escuchar una clase; son capaces de desarrollar habilidades de trabajo en equipo de forma colaborativa, comunicación, iniciativa, ser autosuficientes y resolutivos.
Creando recursos educativos interactivos en la educación digital
Videos, podcasts, power point dinámicos, juegos o ejercicios que capten la atención de los estudiantes. Existen varios formatos que pueden ayudar tanto a los alumnos como a los profesores a llevar el aprendizaje a un siguiente nivel. De esta forma, los alumnos son capaces de adquirir las competencias digitales y audiovisuales necesarias para su futuro profesional y convertirse en creadores y no solo consumidores de la información. Si antes aprendíamos a usar Power Point o Word en la universidad, hoy vemos a niños de 7 años ya aprendiendo a usarlos.
Enseñando a investigar en fuentes confiables
Aprender a diferenciar entre información fidedigna de la falsa es más complejo de lo que parece. La instantaneidad de internet permite no sólo acceder a muchísima información, sino también a compartirla o subirla. Las fake news son pan de cada día, y en muchas ocasiones puede llevar a errores a quienes buscan contenidos para resolver dudas. Los jóvenes deben saber encontrar recursos en bibliotecas de información confiables, accediendo a material de calidad y no utilizando información errónea que pueda perjudicar su aprendizaje. Asimismo, es esencial distribuir las jornadas de clases y el material que se revisará en un determinado tiempo, ya que el cansancio mental y físico de estudiantes y profesores puede provocar que las interacciones y la concentración disminuyan.
Para los jóvenes de hoy, la interacción online es parte de sus vidas casi como algo natural. La mayoría nació con internet en sus manos y sobrellevan la transformación digital a un ritmo más acelerado que las antiguas generaciones. Si algo es seguro, es que la tecnología llegó para quedarse. El desafío está en saber manejar sus constantes cambios y aprovecharlos para mejorar los modelos de enseñanza-aprendizaje.
Columna redactada por Ariel Jeria, Gerente general de Rompecabeza Digital. Revisa los artículos de opinión en Zoom Tecnológico.