El impacto de la pandemia en nuestra forma de vivir y trabajar ha cambiado de manera radical durante los últimos 20 meses. El trabajo híbrido que antes era marca distintiva de empresas avanzadas tecnológicamente o de grandes corporaciones, hoy se establece como el estándar.
Además, de la mano y producto de los confinamientos, se aceleró la adopción de servicios digitales como las compras en línea y diligencias con el Estado, generando con ello una mayor demanda de datos, un activo importante para el crecimiento de las ciudades inteligentes.
Según Gartner, para el 2023 el 50% de las ciudades con menos de 250.000 habitantes promoverán el crecimiento mediante el uso de iniciativas de ciudades inteligentes para atraer a trabajadores remotos que migran desde las grandes ciudades.
Así pues, tomando ventaja del trabajo en línea, muchas personas están abandonando las grandes metrópolis, congestionadas y ruidosas, para buscar alternativas en ciudades más pequeñas que ofrezcan mejor calidad de vida.
Para ello, los servicios digitales, aunados a la administración del tráfico, manejo de desperdicios, gestión de recursos hídricos y energéticos, complementados con las opciones de acceso público a Internet, permitirán estas ciudades medianas y pequeñas se vuelvan mucho más atractivas para las nuevas comunidades de trabajadores en entornos híbrido.
Ciudades Inteligentes y Ciudades del futuro
Con el concepto tradicional de ciudad inteligente, enfocada en la eficiencia y sostenibilidad de las grandes metrópolis, se va consolidando en una estrategia de crecimiento y atracción de talento e inversiones para las ciudades medianas, que podría acelerar sus planes de crecimiento y valor económico.
Las tecnologías que están impulsando este nuevo enfoque son entre otras:
Internet de las cosas (IoT). Se estima que para 2022 se rebasarán los 14 billones de dispositivos conectados a nivel global y una gran cantidad de los mismos estarán instalados en ciudades a través de tecnologías inalámbricas como 5G, WiFi6, LoRA WAN y 6LowPAN.
Inteligencia Artificial (IA). Se convertirá en el motor para el análisis de los datos que a su vez habilitará la toma de decisiones basadas en información en tiempo real proveniente de los activos de la ciudad. Se estima que para 2027 el 70% de las empresas a nivel global utilizarán alguna forma de IA, muchas de ellas estarán operando en ciudades.
Ciberseguridad. Puede ser que esta tecnología por sí misma se esté convirtiendo en una de las de mayor valor estratégico permitiendo minimizar los riesgos cibernéticos para la operación de las ciudades. Hasta el año 2020, el crecimiento en la adopción de esta tecnología era ya del 26%.
5G y WiFi 6. Ambas tecnologías complementarias serán fundamentales para la conectividad móvil en los espacios públicos, permitiendo aumentar la productividad y las capacidades para acceder a los datos y aplicaciones personales desde cualquier ubicación e independientemente del dispositivo utilizado, en este momento estas tecnologías presentan un crecimiento del 2% y 11% respectivamente.
Las ciudades inteligentes están evolucionando rápidamente para incorporar los servicios digitales actuales y aquellos con mayor tasa de adopción derivados del nuevo modelo de trabajo híbrido, de las políticas de distanciamiento social derivadas de la pandemia de COVID-19 y de la necesidad imperativa de regresar rápidamente a la ruta del crecimiento.
Columna redactada por Paco Bolaños, Arquitecto para Internet de las Cosas y transformación Digital para Cisco Latinoamérica. Conoce más artículos de opinión de Zoom Tecnológico.