Además, el hecho de tener clases online ha afectado la socialización entre pares, el confinamiento ha supuesto un aislamiento y falta de interacción entre niñas, niños y adolescentes, lo que ha ocasionado frustración, aburrimiento, estrés y ansiedad social, llevando a situaciones de desesperanza, enojo o depresión, en algunos casos más graves.
Educación escolar: ¿Cómo mejorarla?
“Se ha detectado consecuencias con la atención, al estar en sus hogares los estudiantes están expuestos a diversos distractores como la televisión, los videojuegos, la música, las redes sociales o el mismo juego libre, abandonando sus clases, lo que ha limitado su aprendizaje. La motivación para el aprendizaje es algo que se está perdiendo debido al estrés producto del cambio de rutinas y al encierro”, indica.
En este sentido, los maestros deberán ajustar la enseñanza al nivel de aprendizaje en el que se encuentren los estudiantes a través de un diagnóstico y planificación curricular que tome en cuenta las diferencias. Para esto es necesario dotar al personal docente de herramientas, formación y soporte para proporcionar una enseñanza diversificada.
“Además de esto, la escuela deberá brindar contención y acogida emocional, es necesario identificar de qué manera los estudiantes retornan emocionalmente y acogerlos en función a sus necesidades. Plantear un momento de encuentro durante los primeros días, donde prime la comunicación en todo sentido: cómo se desarrollarán las clases, cuáles son sus principales miedos, cómo la escuela está preparada para recibirlos, compartiendo los diferentes canales con los que cuentan para transmitir dudas o preocupaciones, promoviendo un ambiente de encuentro que estimule la creación de lazos de confianza entre los estudiantes y los docentes”, menciona Rivadeneyra.
Dentro de este contexto, Beereaders presenta a la comunidad educativa una herramienta que ofrece una experiencia de lectura digital, única y motivadora, desarrollando habilidades comunicativas y fortaleciendo la competencia lectora a través de su plataforma tecnológica. El maestro podrá contar con un diagnóstico inicial que entrega un punto de partida para el seguimiento y progreso automatizado de la comprensión lectora de sus estudiantes, quienes desarrollarán desafíos y retos personalizados según el nivel de educación escolar en el que se encuentren.
El retorno a las aulas no debe significar un regreso exacto a las metodologías de enseñanza antes de la pandemia, al contrario, el proceso de adaptación debe ser sistemático y progresivo, intercalando las herramientas tecnológicas que se venían usando con estrategias vinculadas a la presencialidad, para que así los niños y niñas se sientan seguros y cómodos a la hora de volver de manera presencial y no sea un cambio abrupto en su rutina en la educación escolar.