Esta industria muchas veces se asemeja a una maratón. Es decir, un proceso de liderazgo requiere de un plazo más largo donde gran parte del éxito viene con la preparación y planificación antes de la línea de partida – el diseño y fabricación – y con la capacidad de mantener una consistencia en el alto rendimiento. Esto impulsa a diseñar un roadmap de tecnologías modernas que brinde beneficios concretos entre los nuevos lanzamientos y la generación anterior y soluciones efectivas para los desafíos actuales del mercado.
Para crear una hoja de ruta que sea lo suficientemente sólida, es fundamental escuchar las necesidades de los usuarios. Al presentarnos al mercado, la estrategia debe estar cuidadosamente enfocada a entregar una oferta atractiva. Esto debe ir más allá que solo un cambio de marca o una acción superficial que no conlleva un beneficio concreto a la experiencia de usuario de los clientes.
Desde la mirada de la compañía nos hemos concentrado en entregar lanzamientos que sean memorables para nuestros usuarios, como AMD Ryzen o nuestra arquitectura RDNA para gráficos. Escuchar sus necesidades en cuanto a las tareas que están realizando o cualquiera que sean sus preferencias, nos llevan a analizar las tendencias para poder incorporar características que generen un impacto en sus experiencias.
Productos competitivos frente al mercado
En definitiva, buscamos ser proveedores de soluciones de cómputo de alto desempeño. Esto significa poder dar el máximo rendimiento a los usuarios, en cualquier formato que nuestra tecnología esté empaquetada: una notebook, una PC de escritorio o un servidor.
El crecimiento de una marca se ve definido -en el caso de la industria tecnológica- por la innovación. Si bien muchas empresas pueden tener aciertos con tecnologías disruptivas, si no incorporan una estrategia de portafolio sólida que sea proyectable hacia el futuro, esos aciertos no pasan a ser más que buenas ideas terminarán perdiendo fuerza con la oferta del mercado.
En nuestro caso podemos poner como ejemplo el usuario gamer. Intentar conocer sus desafíos ha sido un proceso que nos permite ir evolucionando en cada lanzamiento de acuerdo con sus necesidades. Si hace algunos años el gamer jugaba por solo por diversión, hoy compite profesionalmente, por lo que necesita fluidez completa en sus movimientos o cuando transmite sus partidas por streaming. Esas evoluciones en el perfil de los clientes son los que tenemos que estar monitoreando constantemente y traducirlas a innovaciones concretas en nuestro catálogo.
Debemos ubicar a nuestros clientes como un benchmark, ya que conocer cuantitativa y cualitativamente sus necesidades nos ayuda en el proceso de diseño de nuestra hoja de ruta. Si no estamos conscientes del entorno en que se desenvuelven, ¿cómo podremos adaptar las prioridades de tecnologías a incorporar en un producto determinado?
Un portafolio basado en escuchar a distintos actores y fechas claves de nuestro negocio nos puede asegurar el éxito por mucho más tiempo en el mercado y permitirnos innovar paralelamente, para ir entregando actualizaciones o nuevas tecnologías que realmente sean un diferenciador en la experiencia que tienen nuestros clientes.
Columna redactada por Nicolás Cánovas, director general de AMD para Spanish South America (SSA). Conoce más artículos en Zoom Tecnológico.