Safi Bahcall define el concepto Loonshots en su libro homónimo como “ideas radicales que inicialmente son percibidas como locas o insensatas, pero que tienen el potencial de crear o transformar industrias con un impacto enorme en el largo plazo”.
Existen muchos ejemplos de Loonshots, como la vacuna contra la poliomielitis o la máquina de código Enigma. Un caso de gran interés es el de Edwin Land, quien basándose en algo tan abstracto como la polarización de la luz, generó una amplia variedad de productos revolucionarios como cámaras instantáneas o pantallas LED que usamos a diario en todos nuestros dispositivos.
En Chile, aunque escasos, también han existido Loonshots. Y justamente son ideas no obvias que, con visión, liderazgo y muchísimo esfuerzo, logran generar nuevas industrias como es el caso de NotCo (nuevos alimentos vegetales creados con IA), Betterfly (beneficios para empleados en base a hábitos positivos) o Fintual (democratización de la inversión). Muchos de estos casos se dieron en condiciones muy adversas y hoy se han expandido con gran éxito incluso fuera de nuestras fronteras.
¿Cómo hacer más loonshots en ciberseguridad?
¿Cómo hacemos para generar más Loonshots en Chile? ¿Será el hidrógeno verde o el desarrollo de nuevas industrias a partir del litio? Quizás estas ideas son nada más que la evolución de lo que hemos hecho como país durante el último siglo. En el lenguaje de Bahcall, no serían Loonshots sino que innovaciones incrementales o franchises. Es lo que ha ocurrido con las industrias salmonera o vitivinícola que, si bien han sido importantes, al final del día nuestra matriz productiva sigue estando basada en los recursos naturales. Pero hay una idea que potencialmente puede ser un Loonshot: el desarrollo la industria de ciberseguridad en Chile. Bien sabemos que las industrias tecnológicas han generado un impacto grandísimo en economías de otras latitudes.
Hoy vemos que cada vez más compañías son víctimas de ciberataques y tenemos un problema que se ha instalado en todos los niveles. Hemos sido testigos de casos de muy alto impacto, que de alguna forma han derivado en acciones concretas como nueva legislación o mayores presupuestos para ciberseguridad. En la actualidad todos estamos de acuerdo en que el panorama de amenazas evolutivo es un problema grave que debe ser abordado con tecnologías y servicios apropiados. Y justamente en estas tecnologías y servicios es donde hay una gran oportunidad. La Política Nacional de Ciberseguridad 2023-2028 plantea fomentar la industria de ciberseguridad promocionando capacidades locales, generando incentivos tributarios y económicos para la creación de nuevas empresas, la instalación de compañías internacionales en Chile y creación de institutos de transferencia tecnológica.
¿Cómo la industria de ciberseguridad puede ser un Loonshot? Ciertamente, esta idea se puede percibir como descabellada, pues implica competir contra gigantes tecnológicos como Estados Unidos o Israel que hoy son líderes y niveles de inversión varios órdenes de magnitud superiores. Pero lo mismo podríamos haber dicho hace algunos años si alguien hubiese planteado crear nuevos alimentos usando IA para competir con una industria altamente concentrada y con más de un siglo de desarrollo como Nestlé o Kellogg’s.
Lo interesante es que hoy existen condiciones base para desarrollar la industria de ciberseguridad en Chile: marco regulatorio pionero en Latinoamérica y gran cantidad de organizaciones tanto locales como multinacionales que son blanco de ataques cibernéticos. Además, hoy tenemos falta de capital humano avanzado en ciberseguridad (3.5 millones de especialistas a nivel global) que puede ser cubierto con nuevos profesionales formados en Chile o en el extranjero gracias a las capacidades para el desarrollo de capital humano avanzado: universidades de estándar mundial, programas de postgrado e instituciones como la ANID que promueven la I+D. Otro punto importante es que no se requieren grandes inversiones de infraestructura como puede ocurrir en otras disciplinas. La ciberseguridad es intensiva en capacidades y para ello tenemos también grandes fortalezas en cuanto a desarrollo tecnológico reconocidas internacionalmente en áreas relacionadas como la ingeniería, ciencias de la computación, matemática, física, IA, psicología, derecho o finanzas entre muchas otras. ¿Por qué Chile no podría ser referente en ciberseguridad? De hecho, NotCo, Betterfly y Fintual fueron exitosas en condiciones mucho más adversas.
¿Qué falta entonces? Necesitamos una demanda más amplia y a su vez generar una oferta local de altos estándares. Países como Estonia, Reino Unido o Singapur han hecho crecer esta industria gracias al apoyo gubernamental, enfoque de innovación y colaboración entre la academia, la industria y el sector público. Con las ventajas que tenemos sumada a la experiencia internacional podríamos desarrollar una nueva industria tecnológica que, como planea Bahcall, pueda a su vez crear una cadena de valor que facilita la generación de más y más Loonshots.
Columna redactada por Juan Pablo Arias, Gerente de Ingeniería para Fortinet Chile. Conoce más columnas de opinión en Zoom Tecnológico.