El acoso laboral es una realidad que ha afectado a un amplio porcentaje de los trabajadores en Chile. De hecho, cifras recientes indican que alrededor del 70% de los colaboradores ha sido víctima de situaciones de este tipo en algún momento de su vida profesional, siendo el maltrato verbal o escrito el más frecuente, con un 52%, seguido de la indiferencia por parte de la jefatura y/o colegas, con un 31%.
Combatir el acoso laboral y propiciar ambientes laborales más gratos es el objetivo de un grupo de innovadoras soluciones tecnológicas que fueron presentadas ad portas de la implementación de la nueva Ley Karin, que fortalece la legislación contra el acoso laboral, sexual y la violencia en el trabajo.
Combatiendo el acoso laboral con IA y tecnología
Los dispositivos, que llegaron al país de la mano de Hikvision, compañía reconocida mundialmente por su innovación en soluciones de seguridad y videovigilancia, configuran un completo sistema que apunta a garantizar el cumplimiento de la actualizada normativa que implica una serie de nuevos comportamientos que serán sancionados en el trabajo y así evitar el acoso laboral.
“Desde el ámbito de la seguridad, la prevención de cualquier evento desafortunado es vital, no obstante, no todas las situaciones son evitables. Es por eso que es imperioso contar con respaldos adecuados para tomar acciones concretas frente a hechos verificables” aseguró Camilo Rogeles, Regional Channel Manager de la compañía que trabaja para potenciar la seguridad y el crecimiento sostenible en todo el mundo.
El pilar central, en este contexto, son las cámaras. Las conocidas como “domo”, por su apariencia esférica o porque poseen cúpula, pueden tener lente fijo, varifocal o incluso con movimiento vertical, horizontal y zoom óptimo manipulable en tiempo real. Estas pueden contar con características físicas diferentes, desde protección para exterior contra polvo, agua o vandalismo, hasta materiales anticorrosivos o antiexplosivos para usos específicos. Es decir, son aptas para todo entorno. En cuanto a las funciones “cuentan con detección de movimiento, identificación de objetivos, clasificación de humanos, reconocimiento facial y manejo de metadatos, seguimiento inteligente, zonas de intrusión y otras varias que pueden adaptarse a cada escenario o ambiente”, destacó el ejecutivo, agregando que las cámaras “fisheye”, son las que permiten una visión amplificada de cada escenario, con ángulos desde los 180 hasta los 360 grados. La ventaja es que evitan los puntos ciegos dentro de la imagen y permiten visualizar 24/7 la escena completa sin perder detalle.
Así, gracias a los algoritmos que posee el sistema, es posible identificar la presencia de humanos dentro de cada escena. La detección primaria se encarga de encuadrar cada rostro en un grupo de lecturas confirmadas asociados a un clip de vídeo previo y posterior a la detección. Esto permite filtrar, frente a todas las capturas de un periodo determinado, aquellas donde realmente estuvo presente un humano. “Como función avanzada se encuentra el reconocimiento facial, lo que además de los pasos anteriores, es capaz de reconocer datos adicionales de la detección y clasificarlos según características individuales. Esto hace posible tener filtros de búsqueda posteriores para así facilitar el acceso a los videos almacenados, lo cual es de gran ayuda al momento de detectar o investigar situaciones de acoso u hostigamiento”, detalló Rogeles.
Uno de los aspectos centrales al momento de prevenir o sancionar un caso que atente contra el bienestar de los colaboradores es la protección de la privacidad y para ello la tecnología juega un rol clave. Gracias a las máscaras de protección de privacidad es posible ocultar áreas específicas de una imagen capturada por la cámara.
“Esto se utiliza para proteger la privacidad de las personas que pueden estar presentes en la escena. Por ejemplo, en situaciones donde una cámara de seguridad está instalada en un área pública, pero se necesita proteger la privacidad de las personas que pasan por esa área, se puede utilizar la función de máscara de privacidad para ocultar sus rostros u otras partes del cuerpo. Esta función es especialmente útil en entornos donde se deben cumplir estrictamente las regulaciones de privacidad o donde hay preocupaciones sobre cuán expuestas quedan las personas grabadas”, explicó el ejecutivo.
En definitiva, son diversas las innovaciones que apuntan a proteger los recursos más valiosos de la empresa que son las personas y evitar el acoso laboral. Los beneficios para el factor humano son numerosos, desde generar un ambiente más seguro hasta evitar situaciones no gratas para cada uno de ellos.
“Un aliado importante en ese caso es el análisis de comportamiento de los sistemas actuales logrado mediante la adaptación de funciones con IA, ayudando a identificar de manera automática situaciones no admitidas en entornos compartidos, ingresos no autorizados a zonas de peligro o áreas restringidas, alertando de manera temprana la extracción de objetos de valor o manipulación no deseada de equipamiento, o incluso accidentes con la detección de caídas o desmayos. Vale mencionar que estas situaciones pueden ser controladas sin vulnerar la privacidad de los colaboradores, pues existen medidas de resguardo dentro de los sistemas que van desde la difuminación de rostros hasta la encriptación de metadatos”, concluyó el Regional Channel Manager de Hikvision.
Asimismo, resaltó la importancia de un correcto asesoramiento que de paso a soluciones integrales y escalables que sean compatibles con los sistemas existentes, prioricen la privacidad y el cumplimiento normativo y capaciten adecuadamente al personal. Estos pasos garantizarán una implementación efectiva y sostenible de las soluciones de seguridad, promoviendo así la protección de activos, colaboradores y operaciones comerciales.