La industria de las energías renovables se prepara con la reelección de Donald Trump
La reelección de Donald Trump como presidente de los Estados Unidos ha generado preocupación entre los defensores de la energía limpia, los formuladores de políticas y ambientalistas. ¿Por qué? Bajo la administración Biden, la industria de la energía renovable ha experimentado un crecimiento importante, impulsado por políticas como la Ley de Reducción de la Inflación (IRA) que promueve el uso de energías limpias y ha incentivado un “renacimiento de la manufactura” en el país. Sin embargo, los líderes del sector temen que una administración Donald Trump pueda revertir este progreso, especialmente si los republicanos logran controlar tanto la Casa Blanca como el Congreso, obteniendo un poder significativo para reformar la política energética.
Tim Urban, experto en política fiscal , sostiene que “El gobierno de Trump podría considerar la renegociación del código de ingresos internos en 2025, lo que pondría en riesgo la continuidad de la IRA”. Urban es optimista en que algunos aspectos de la IRA podrían preservarse, pero enfatiza que será crucial para las asociaciones comerciales y líderes de la industria involucrarse de inmediato para defender los beneficios de esta legislación en términos de desarrollo económico y sostenibilidad. Él sugiere que los sectores involucrados en energías renovables deberían ser proactivos y acercarse a los actores políticos, promoviendo la idea de que estas energías contribuyen a fortalecer la economía y la seguridad energética del país.
Donald Trump y las energías limpias
Sheldon Kimber, CEO de Intersect Power, también señala la importancia de la energía renovable para satisfacer la creciente demanda energética de sectores como la inteligencia artificial y la manufactura nacional. Kimber defiende que expandir los recursos eólicos, solares y de almacenamiento es una forma eficaz y rentable de impulsar la economía estadounidense y aumentar la seguridad energética. En su opinión, independientemente de los cambios en la política, el sector de la energía limpia continuará avanzando y desarrollando infraestructura en todo el país, contribuyendo a posicionar a Estados Unidos como líder en tecnología energética y promoviendo la independencia energética.
Por su parte, Heather O’Neill, presidenta y CEO de Advanced Energy Economy, afirma que muchos líderes estatales reconocen que la energía avanzada no solo es una solución ambiental, sino también un motor económico que crea empleos y reduce las facturas de energía para millones de estadounidenses. Esta visión resalta la importancia de la energía limpia para impulsar el desarrollo económico y la innovación en el país, especialmente en un contexto de creciente demanda energética.
Aunque existe incertidumbre sobre el futuro de las políticas de energía limpia en caso de un cambio de administración en 2025, los líderes de la industria y defensores de las energías renovables mantienen una postura positiva y proactiva con Donald Trump. Apoyan la continuidad de políticas que promuevan la transición hacia energías limpias, señalando los beneficios económicos y de seguridad energética que estas ofrecen a nivel nacional. Además, consideran que, independientemente de los posibles cambios políticos, el impulso hacia un sistema energético sostenible seguirá siendo una prioridad, ya que es esencial para el crecimiento económico, la creación de empleo y el fortalecimiento de la posición global de Estados Unidos en tecnología energética.