
El día 14 de enero es la fecha que Microsoft anunció que dejará de ofrecer soporte técnico para Windows 7, sistema operativo que continúa siendo popular entre los latinoamericanos, ya sea para uso doméstico o empresarial.
Y es que acuerdo a cifras entregadas por Kaspersky, cerca del 30% de usuarios de la región utiliza Windows 7 de forma diaria.
Aunque no hay que alarmarse, hay que tener los resguardos del caso ya que si bien este sistema operativo seguirá funcionando, será más vulnerable a los riesgos de seguridad y los virus, dejando a sus usuarios expuestos a posibles ciberataques.
¿Qué ocurre en otros países con Windows 7 en América Latina?
Según datos obtenidos a través de Kaspersky Security Network, Brasil mantiene la mayor tasa de uso de este sistema operativo (37%), seguido por Argentina (35%), Colombia (33%), Perú (29%) y México (28%). Aunque la tasa de penetración de Windows 7 en la región es menor que a nivel mundial (41%), solo quedan horas para que esta tasa llegue a un 0%.
Según Dmitry Bestuzhev, director del Equipo de Investigación y Análisis para América Latina en Kaspersky, el riesgo principal radica en que ya no habrán parches de seguridad para resolver vulnerabilidades que aparezcan después de la fecha anunciada, que sin duda serán aprovechadas por cibercriminales para lanzar ataques.
“Sabemos que muchos usuarios eligen no actualizar el sistema operativo, ya sea por costo, costumbre o porque sus otros paquetes informáticos no son compatibles con versiones más recientes. Sin embargo, un Sistema Operativo obsoleto que no cuente con parches de seguridad es un riesgo de ciberseguridad. Nuestra recomendación es migrar a la versión más reciente de Windows inmediatamente, además de contar con una solución de seguridad robusta, ya sea para la protección de un equipo personal o laboral, dado a que el costo de un incidente puede ser sustancialmente mayor al de la actualización”, advierte Bestuzhev.
Por otro lado, proveedores de software también dejarán de respaldar a este sistema operativo en sus propios productos para Windows 7. De este modo, los usuarios no sólo tendrán un sistema operativo vulnerable, pero también aplicaciones externas vulnerables, lo que multiplica las posibilidades de infección y aumenta el riesgo de que los cibercriminales consigan información confidencial sobre sus víctimas.