La escritora británica Virginia Woolf consideraba que su propio cerebro era la “más inexplicable” de todas las máquinas posibles: “siempre zumbando, tarareando, expandiéndose, rugiendo, buceando, y luego enterrada en el lodo. ¿Y por qué? ¿A qué se debe esta pasión?”, se preguntaba en su obra de memorias Diario íntimo, publicada en español por la editorial Mondadori.
Artista de contrastes y de demonios indomables, Woolf era una lectora incansable, que podía permanecer leyendo hasta ocho horas diarias, y junto a otros destacados escritores como E. M. Forster, John Maynard Keynes, Lytton Strachey, Duncan Grant o Clive Bell fundó el Grupo de Bloomsbury para promover el arte, la filosofía y las letras.
Aunque no es necesario leer hasta ocho horas al día, la lectura se ha demostrado que es uno de los mejores ejercicios mentales para potenciar nuestra reserva cognitiva. Mientras leemos, el cerebro necesita ordenar ideas, traducir conceptos, imaginar descripciones y crear los argumentos, lo que permite estimular nuestras neuronas y la capacidad intelectual.
Juegos de estadística para optimizar las habilidades mentales
Con el paso de los años, nuestro cerebro tiende a acomodarse y perder flexibilidad. Por este motivo, conviene dedicar entre quince y treinta minutos al día para trabajar la memoria, mejorar la atención, desarrollar la velocidad y ejercitar el cerebro. La ruleta, por ejemplo, permite una amplia variedad de ejercicios mentales, ya sea mediante operaciones matemáticas con números, o juegos de palabras con vocales y consonantes. Si se opta por la ruleta matemática el juego consiste en hacer girar un círculo dividido en gajos. En cada rama aparecerá formulada una operación matemática y los puntos que se obtienen por resolver el problema. Ganará la persona que resuelva más ejercicios en el menor tiempo posible y sume así un mayor número de puntos.
Más conocida es la ruleta de letras popularizada en Chile por el famoso concurso de televisión Pasapalabra. Este programa de entretenimiento, adaptado del formato ‘The Alphabet Game’ de la cadena británica British Broadcast Corporation (BBC), consiste en un trepidante juego final en el que el presentador lee la definición de distintas palabras ordenadas alfabéticamente. El concursante que acierte mayor número de definiciones gana y tiene la posibilidad de participar en la siguiente edición del programa, mientras que su contrincante tendrá que medirse en una prueba eliminatoria para conservar su puesto. El bote del concurso, que en ocasiones alcanza cifras millonarias de hasta seis millones de euros, se gana cuando se acierta todas las letras. En sus inicios, la ruleta contaba con 28 casillas, una por cada letra del abecedario, pero un año después se dejó en 25 eliminando del casillero la K, la LL y la W.
Otros ejercicios conocidos por sus beneficios para potenciar la memoria son los sudokus y crucigramas, un clásico de las últimas páginas de periódicos y revistas. Sin embargo, no hace falta embarcarse en complejas operaciones de matemáticas y estadísticas para potenciar el cerebro. Actividades diarias como cuidar la alimentación, realizar ejercicio físico, pasear, bailar, socializar con la familia y los amigos, ver películas u obras de teatro y aprender técnicas para gestionar y controlar el estrés son igual de beneficiosas, y junto al descanso y el reposo son actividades muy indicadas para el correcto funcionamiento cognitivo.
Meditación y vida saludable
Tanto la meditación como descansar y dormir al menos siete horas, merecen una atención especial. Esos momentos en los que necesitas reducir el ritmo y respirar profundamente son esenciales para nuestra salud y pueden ayudar a fortalecer nuestro sistema inmunológico, según explica la empresa de artículos deportivos Fitbit en nuestra página web.
De la misma manera que el cuerpo necesita reponerse después de un ejercicio intenso, el cerebro requiere descansar para recargar las pilas, y aprovecha esos momentos de sosiego para consolidar todo lo aprendido recientemente. El alemán Simon Reinhard, récord Guinness de memoria por ser capaz de recordar un número de 92 dígitos en tan solo un minuto, explica que gracias al método de loci o palacio de memoria es capaz de retener enormes cantidades de datos, asociando lugares comunes de la casa con los números que desea recordar. Así, a cada objeto de la cocina, por ejemplo, le corresponde un número: 1 la sartén; 2 la encimera; 3 el lavaplatos; 4 la lavadora… Y así hasta el infinito.