Con el paso de los años el concepto de Comunidades Conectadas ha tomado cada vez más fuerza en el mundo. Y es que estas urbes surgen de la necesidad de orientar la vida hacia la sostenibilidad y seguridad colocando a las personas en el centro del desarrollo, impulsando las ciudades inteligentes.
De acuerdo a la ONU, actualmente el 54,5% de la población mundial habita en las urbes, pero para 2050 incrementará al 60%. Este aumento representa un reto para todos los organismos de gobierno, ya que en los próximos años su ciudadanía les exigirá mayores y mejores servicios.
Bajo este contexto mundial, en los últimos años, los países han adoptado tecnologías que les permitan tener soluciones más eficientes, seguras y ágiles para sus ciudadanos y sus operaciones, vinculadas con: salud pública, educación, medio ambiente, movilidad, seguridad física y digital, dando paso a las ciudades inteligentes.
La incorporación de nuevas tecnologías ayuda a potenciar la participación ciudadana mediante la eficiencia en la gestión de los recursos públicos y económicos, al igual que el incremento en la calidad de vida de los individuos. Estas son algunas de las características que transforman una ciudad en una comunidad conectada.
Impulsando las ciudades inteligentes en Chile
Un estudio realizado por Fundación País Digital, junto a otras estadísticas, señalan que Santiago de Chile es la ciudad “más Smart del país”. Sin embargo, para mostrar el compromiso con el desarrollo de la sociedad, distintas entidades han anunciado planes para el desarrollo de ciudades inteligentes en Chile, con foco en Antofagasta, Valparaíso, Chillán, Concepción y Temuco.
Sin duda, la participación de la ciudadanía es relevante para el diseño, desarrollo e implementación de soluciones a los problemas y necesidades de la comunidad. En este sentido, se espera que estas urbes no solo sean pensadas en función a la solución de problemas ambientales, congestión vehicular o administración de los recursos, sino también a las actividades cotidianas de las personas, como acceso a salud y educación y una cercanía entre el gobierno y ciudadano en el quehacer diario.
“Crear una Smart City requiere más que edificios inteligentes, por lo que se debe trabajar en una constante innovación y en el fomento del emprendimiento. Las personas juegan un rol de suma importancia en el desarrollo de las ciudades inteligentes, ya que se conectan y comunican a través de dispositivos móviles generando millones de datos, que al analizarlos correctamente entregan información valiosa”, aseguró Claudio Ortiz Welsch, gerente general de Cisco Chile.
Operando las ciudades inteligentes del futuro
A pesar de que existen características comunes, ninguna Comunidad Conectada es igual a otra. Lo cierto es que parte fundamental de cómo será la ciudad inteligente, pensada en las necesidades que tiene su comunidad, debe tomar en consideración varios pilares de trabajo para realizar una transformación completa. La operatividad de una ciudad es el eje central, es dónde todo logra estar conectado y dirigido a resolver las necesidades de cada segmento de la población. No obstante, para mejorar la operatividad de la ciudad se deben cumplir tres factores fundamentales:
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Colaboración entre organismos del estado: A través de la integración de flujos de trabajo, datos y servicios compartidos en una sola plataforma, donde las partes interesadas puedan colaborar de manera más efectiva en todas sus organizaciones.
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Modernización de la infraestructura crítica: Tomando en cuenta desde los sistemas de distribución de agua hasta la red eléctrica, garantizar la ciberseguridad, reducir costos y brindar mejores servicios. Así como considerar el uso de datos y su análisis en tiempo real, para mejorar los sistemas antiguos y lograr la agilidad en la toma de decisiones basados siempre en información.
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Disponibilidad digital: Creando una base segura necesaria para que la infraestructura digital pueda impulsar cambios operativos y gestionar nuevas consideraciones para la conectividad, ciberseguridad, interoperabilidad y los requisitos cambiantes de los ciudadanos.
Las implementaciones de estos tres factores permiten no solo recopilar e integrar datos de dispositivos IoT y otros sistemas de información, sino ver y administrar datos en los sistemas de la ciudad o integración de soluciones, aplicaciones y dispositivos para el modelo de una ciudad inteligente intersectorial.
“La tecnología permite a los gobiernos crear comunidades más seguras, brindar atención médica más accesible, ampliar la educación y la provisión de calidad de servicios básicos. Es fundamental poder realizar esta transformación inteligente de manera completa, conectando las necesidades de las personas con las herramientas tecnológicas correctas para gestionar y administrar las soluciones que trabajen hacia los beneficios de la ciudad” afirmó Ortiz.