La tecnología ha sido responsable de lanzar grandes nombres en el mercado. Nombres como Steve Jobs, Bill Gates o Mark Zuckerberg, por citar algunos, aparecen a menudo en los titulares de los periódicos de todo el mundo. Sin embargo, ¿usted sería capaz de acordarse de alguna mujer que esté al mando de esas grandes empresas? Aunque se encuentran figuras destacadas femeninas a lo largo de la historia de esta industria, se hace necesario vincular a las mujeres en tecnología ya que siempre han enfrentado retos para establecer su lugar en esta área.
Una encuesta global de la consultora KPMG, publicada a fines del año pasado, demostró que en América Latina hay más mujeres en tecnología en niveles de liderazgo que en países con una pauta de diversidad mucho más avanzada. De acuerdo con el estudio, la representación de las mujeres en tecnología en puestos directivos en la región es actualmente de un 16 %. El porcentaje es significativamente mayor que el 4 % de representatividad femenina en esas funciones en países como el Reino Unido, y superior al 11 % de promedio global.
Cambiar el panorama ha sido una ardua tarea, pero las mujeres están mostrando cada vez más fuerza y coraje para alcanzar puestos de trabajo más altos y niveles de liderazgo. La inspiración por el ejemplo también contribuye: al ver que una mujer conquista un cargo importante, otras se sienten motivadas e inspiradas para también seguir ese camino. De a poco, el tema va ganando espacio gracias a las empresas e instituciones de enseñanza, que desarrollan programas e iniciativas centrados en involucrar a las mujeres en el sector de la tecnología.
Esa transformación ha sido impulsada por la apertura de las compañías hacia el tema de la diversidad e inclusión. Entre los distintos públicos que se engloban en las políticas de D&I, las mujeres aparecen como una de las grandes prioridades del mercado. Muchas compañías ya han comprendido que la diversidad aporta ventajas competitivas y mantiene a los colaboradores comprometidos, despertando el sentimiento de orgullo por pertenecer a una empresa plural que valora a todos los profesionales.
Mujeres en Tecnología: Espertando el protagonismo
Los números corroboran el discurso de que las mujeres no solo pueden y deben asumir un papel más importante en las corporaciones. Para ello, es necesario que las empresas piensen y apliquen en su rutina estrategias de inclusión, que beneficien tanto el crecimiento de las profesionales como de la organización en su totalidad. Y no se necesita ir demasiado lejos ni crear programas esplendorosos para lograrlo.
Algunas iniciativas sencillas pueden ser fundamentales para cambiar el panorama del mercado:
Transparencia: Una de las primeras acciones que deben implementarse es el mapeo de cuántas mujeres hay en la organización por cargos y áreas. Estos datos ayudan a generar awareness, provocando una reflexión y concientización sobre el tema. Compartir este análisis de modo frecuente y transparente demuestra a los colaboradores que la empresa está comprometida en mejorar la inclusión y fomentar la participación de las mujeres en tecnología.
Grupos de trabajo diversos: Otra simple acción se propone quebrar los nichos por género, mezclando a los profesionales en proyectos o iniciativas internas. Esta práctica tiene la finalidad de que las personas se acostumbren a tener la presencia femenina y masculina siempre juntas, para acabar con el mito de que cierta área debe contar con la predominancia de solo uno de los géneros.
Disminuir los sesgos de los procesos selectivos: Lo ideal es que los procesos de selección sean transparentes, considerando y respetando la diversidad. Los reclutadores deben tratar de desprenderse al máximo de sesgos conscientes e inconscientes, y evaluar únicamente las cualificaciones del profesional.
Establecer programas de formación internos: En vez de decir que no hay talentos capacitados en el mercado, lo ideal es invertir en programas de formación de liderazgo internos, usando los talentos ya existentes y amoldarlos a los valores y la cultura de la empresa. De este modo, cuando surja una necesidad de contratación, la empresa tendrá talentos suficientemente capacitados para asumir el puesto.
Evitar hacer distinciones: Los reconocimientos deben orientarse al profesional que logró buenos resultados, independientemente del género. Cuando una mujer ve que otra está siendo reconocida, se siente automáticamente inspirada.
Crear grupos de apoyo: Muchas mujeres se sienten disminuidas o tratadas de forma diferente dentro de las organizaciones. Crear grupos de discusión solo con profesionales femeninas a fin de brindar un entorno seguro que permita el intercambio genera empatía y unión.
Garantizar la diversidad desde los niveles ejecutivos: Muchas veces vemos al alto escalón de las organizaciones actuando como defensores de los temas de diversidad e inclusión, y no obstante la dirección está compuesta solo por hombres. Es importante considerar la presencia de las mujeres en todos los niveles del ecosistema, incluso en los cargos C-level y en los boards, para que el mensaje sea realmente tomado en serio por los asociados, a imagen del alto liderazgo.
Por supuesto que la implementación de estas acciones no ocurrirá rápidamente, pero indican el camino hacia una transformación profunda, verdadera y de punta a punta en las organizaciones. Proporcionar la inclusión femenina en la industria de la tecnología es una demanda pendiente desde hace décadas, y si cada compañía, cada gestor y colaborador, hace su parte, pronto tendremos una evolución positiva y muchos números para celebrar.
Columna redactada por Victoria Capelli, Directora de Soluciones y Tecnologías Emergentes en Red Hat Latinoamérica. Conoce más artículos de opinión en Zoom Tecnológico.