La pandemia introdujo cambios en muchos rubros de la economía nacional y uno de ellos fue el inmobiliario, cambiando los intereses de las personas y también sus necesidades, las que las empresas relacionadas debieron comenzar a cubrir. Estos cambios llegaron a influir en la elección del lugar donde se instalará hoy los locales comerciales además del cierre de ellos en muchas ciudades y el cambio de rubro, para suplir las necesidades de las nuevas formas de vender.
Así lo explica Germán Burgos, coordinador de negocios de Punto Chile, quien señala que el mayor cambio ha sido el cierre de locales comerciales y no solamente producto de la pandemia, sino también, como consecuencia del estallido social, que además destruyó muchos de ellos.
“En un estudio publicado en el Diario Financiero hace poco más de un año, en junio de 2020, casi 2.000 locales habían tenido que cerrar sus puertas en todo Chile. La situación seguramente ha empeorado o se ha tendido a estabilizar en un equilibrio precario. Mi experiencia diaria de trabajo me obliga a recorrer las zonas comerciales de la Región Metropolitana y la vacancia es histórica en algunos sectores, como el centro histórico de Santiago, entre Plaza de Armas y la Alameda”, señala el experto.
Situación de los locales comerciales en regiones
Según Germán, el panorama se replica también en los locales comerciales en regiones. La Encuesta Covid de la Cámara Nacional de Comercio (CNC), publicada en el mes de abril, en uno de los momentos más preocupantes de la pandemia, establecía que, de las 300 empresas que participaron de la muestra en todo el país, un 27% definía su situación financiera como “crítica”. La misma encuesta revelaba que un 25% de las empresas decidieron cerrar y un 20% de la muestra está trabajando muy por debajo de su potencial, entre un 1% y un 20% de su capacidad operativa óptima.
“Más que nuevas construcciones, lo que hemos visto y seguiremos viendo es el cambio de espacios existentes a distintos destinos, como la conversión de comercios de muy diverso rubro a centros de transferencia, locales de “última milla”, “tiendas oscuras” y “cocinas oscuras”, relacionados con el comercio electrónico y el reparto a domicilio”, explica.
German Burgos explica que también estamos presenciando un cambio en el uso de los espacios de las ciudades.
“A medida que se han liberado las medidas sanitarias y han vuelto a funcionar los establecimientos gastronómicos, hemos visto a restaurantes, cafeterías y locales nocturnos proyectarse hacia las veredas ¿Se mantendrá esta tendencia una vez que se terminen las restricciones? ¿Es viable en regiones, donde el clima es más lluvioso que en la zona más árida, que se inicia desde Santiago hacia el norte? Como dije, es un escenario inacabado, donde quedan muchas interrogantes aún sin respuesta”.
También se ha observado una tendencia hacia la expansión de algunas marcas hacia zonas menos densamente pobladas, fuera del paradigma tradicional de las capitales regionales y provinciales. Una parte del fenómeno estaba dado por el hecho de que muchas de esas marcas ya estaban en las calles principales de comercio de las capitales.
“Es indudable que la migración interna hacia zonas alejadas de las mayores ciudades influye en el resultado final de un proceso todavía en desarrollo”.
Sobre si es buena inversión para los interesados comprar propiedades en regiones, el experto señala que depende de la región y del tipo de propiedad y que, en general, la demanda que reciben es de inversionistas regionales en locales comerciales, que buscan comprar en la Región Metropolitana.