El alza de los precios causado por la inflación, en medio de la crisis económica mundial, entrega la percepción de que el dinero vale menos y que ya no alcanza como antes. Por esto, luego de la realización del Finan Fest, el primer Festival de Educación Financiera de Chile, Romina Capetillo, experta en educación financiera, indica cuál es el comportamiento que se debe trabajar, para que, en medio de la turbulencia, las personas puedan continuar con un orden de su dinero, sin dejar de lado la inversión y el ahorro para el cumplimiento de sus proyectos, creando hábitos en el comportamiento del usuario.
“Hoy en día, debido a la inflación todo está más caro, los instrumentos de inversión están volátiles y, por esta razón, es importante tener en control nuestras finanzas y que aprendamos a ahorrar e invertir, porque eso al final es lo único que nos salva ante pequeñas crisis a nivel país y global. En estos momentos, justamente, hace sentido la educación financiera porque, de esa forma, uno se resguarda invirtiendo y ahorrando”, afirma Romina Capetillo.
Revisa estos hábitos para prosperar económicamente
En esta línea, la experta entrega los siguientes hábitos que deben ser asimilados en el diario vivir, para prosperar económicamente:
Presupuesto mensual: uno de los primeros consejos es desarrollar un presupuesto mensual. Es muy importante que nosotros tengamos claro en que vamos a gastar el dinero que ganamos, puesto que no tener esa claridad nos lleva a un desorden financiero. Si bien, hay veces donde siempre hay gastos imprevistos, es importante que tengamos una estructura base.
Poner metas: otro hábito es el tener metas y objetivos, para saber hacia dónde queremos llegar. Por ejemplo, para alguien que está muy endeudado, el fin es salir de todo eso; mientras que, para otras personas, puede ser ahorrar para un pie, o un viaje. Tener metas nos ayuda a prosperar.
Fondo de emergencia: esto proviene de nuestros ahorros y su objetivo es ser una ayuda a la que vamos a recurrir ante una emergencia. A veces, uno pasa por períodos de cesantía o sufre algún imprevisto que involucra un gasto importante. Esto sirve como una forma de prestarnos dinero a nosotros mismos, ya que eso siempre va a ser más barato que solicitar un crédito o endeudarse con una tarjeta. Como dato, el fondo de emergencia debiera ser entre tres a seis veces el valor de nuestros gastos básicos, o sea, dividendo, luz, agua, servicios, etc. Esta ayuda se juntan de forma gradual, por lo que no hay que estresarse por tenerlo de inmediato.
Fuerza de voluntad: hay algunos malos hábitos, como el pedir prestado sin la certeza de contar con el sustento para devolver ese préstamo, lo que genera un aumento en nuestros compromisos de pago, robándonos nuestra libertad y liquidez. Antes de endeudarse, hay que hacerse la pregunta de si estamos dispuestos a pagar ese monto un poco más caro, debido al interés que se produce en el caso de los créditos. Si uno se endeuda, ojalá que sea una deuda “buena”, como un bien raíz y no en un viaje, por ejemplo, ya que esto último se puede hacer mediante ahorro.
Invertir en educación financiera: para que nos podamos sentir empoderados(as) y saber que las decisiones financieras se toman con conocimiento, es importante instruirse en el tema. Hoy en día hay información disponible en distintas plataformas: YouTube, redes sociales, libros, etc. Finan Fest nace con este espíritu, para entregar educación y que la gente pueda tomar decisiones óptimas en sus finanzas personales y genere este tipo de hábitos en la línea de la economía.