No cabe duda que el auge del teletrabajo es uno de los fenómenos de mayor impacto asociado al nuevo paradigma del mercado laboral impulsado por la pandemia. Junto con esto, otra tendencia que fue acelerada por los confinamientos masivos, esta vez ligada a la producción, es la automatización industrial.
Diversas industrias, principalmente ligadas a la manufactura y la minería, implementaron soluciones tecnológicas de conectividad para automatizar procesos y no ver mermadas sus operaciones ante la disminución en el recurso humano.
Fibra óptica y conectividad
Para Lucas Samyn, Coordinador de Ingeniería para Cono Sur de Furukawa Solutions, cuando se busca que la automatización de procesos sea efectiva y proporcione los resultados esperados, debe haberse implementado antes una infraestructura tecnológica de conectividad capaz de satisfacer los nuevos requerimientos de capacidad.
“La automatización industrial implica principalmente la implementación de sensores y equipo robotizado en procesos críticos de la producción, los que deben estar basados en una infraestructura que sea robusta, confiable y a prueba de fallas. Actualmente, la fibra óptica cumple a cabalidad con estos requerimientos, ofreciendo también una larga vida útil, dada su capacidad casi ilimitada en el transporte de datos y su muy bajo nivel de deterioro en el tiempo”, explica el especialista.
Y no sólo los procesos automatizados requieren estar montados en redes de conectividad de alto rendimiento, como es el caso de las ópticas, sino que las actividades realizadas vía remota, como por ejemplo, la conducción autónoma de vehículos mineros dirigidos a distancia, también necesitan procesar enormes cantidades de datos prácticamente en tiempo real.
“En el caso de las faenas mineras, se necesitan redes y sistemas que interpreten en tiempo real la información captada por los sensores de los vehículos autónomos, o en las líneas de producción y ensamblaje automotriz, la infraestructura tecnológica debe ser capaz de reconocer, analizar e interpretar cualquier desviación del estándar, por más mínima que sea, y todo en una fracción de tiempo que no altere la producción”, detalla Samyn de Furukawa Solutions.
En estos casos, agrega, “la Fibra Óptica es comparativamente superior cuando se deben evitar interrupciones o interferencias en las líneas de manufactura que, además de causar pérdidas económicas, también pueden poner en riesgo el activo más valioso de las empresas: el capital humano”.
Precisamente ligado al capital humano es que la automatización de procesos industriales representa una oportunidad de destinar la capacidad, el criterio, y la flexibilidad analítica de los profesionales a las áreas que demandan creatividad e innovación constante, para dejar las tareas rutinarias y de menor valor agregado a sistemas y robots.
Según Ernst & Young Global Limited, en su informe “Transformación con sentido digital”, un 80% de las empresas en América Latina reconoce que las estrategias de automatización y conectividad representan un catalizador de desarrollo para el futuro.
En este escenario, Lucas Samyn, de Furukawa Solutions, plantea que el principal desafío de los fabricantes de infraestructura óptica de conectividad “es entender las necesidades de las industrias, y traducirlas en soluciones que las ayuden a enfrentar entornos de una complejidad creciente, aprovechando de la manera más productiva y eficaz el potencial de las nuevas tecnologías, junto con la plasticidad y el conocimiento de sus empleados”.