Desde Ryzen de Segunda Generación, AMD viene desarrollando tecnologías innovadoras para ir potenciando el rendimiento del procesador y del equipo de cómputo, siendo una de estas tecnologías Infinity Fabric, apuesta de la marca que llega para comunicar elementos de los nuevos procesadores.
Y es que Infinity Fabric es conocida por ser una tecnología de comunicación entre DIE y DIE I/O de los nuevos Ryzen, cobrando más relevancia en el diseño arquitectónico del procesador.
Si hacemos un poco de historia, la arquitectura Zen fue la primera versión de procesadores en integrar Infinity Fabric, descrita como un superconjunto de HyperTransport. Ya que se utiliza como un sistema de conectividad entre chiplets dentro de los procesadores actuales de la compañía.
Infinity Fabric y AMD Infinity
En tiempos donde la eficiencia, seguridad, rendimiento pasan a primer plano, la nueva arquitectura AMD Infinity rompe todas las barreras en materia de rendimiento x86, eficiencia, funciones de seguridad y rendimiento de sistema en general para cumplir con la promesa de la nueva generación de computación de alto rendimiento y centros de datos empresariales.
Cada chip es un CCX (Core Complex), así es como llama AMD a sus unidades de procesamiento que se componen cada una de 4 núcleos, con sus niveles de caché L1 y L2, así como una L3 compartida por esos cuatro.
Por otro lado, el agrupamiento de varios CCX se denomina CCD (Core Chiplet Dies), y estos emparejados son los conectados por Infinity Fabric.
Siguiendo esta lógica, Infinity Fabric no solo trata de interconectar de manera rápida y eficiente los diferentes CCXs para que puedan comunicarse entre sí, sino que también enlaza a estos núcleos con la RAM y E/S, generando procesamientos más rápidos y en menor tiempo.