¡Google lo hizo una vez más! ha anunciado un avance clave en la computación cuántica gracias a un nuevo chip Willow.
¿Qué hace diferente al chip Willow?
El chip Willow integra 105 qubits, (los elementos fundamentales de la computación cuántica). Aunque los qubits son extremadamente rápidos, también son muy inestables y propensos a errores debido a perturbaciones incluso tan diminutas como partículas subatómicas provenientes del espacio exterior. Este es uno de los principales desafíos en la computación cuántica, ya que los errores tienden a acumularse a medida que se incrementa el número de qubits, reduciendo la eficiencia de los sistemas cuánticos.
Para superar este obstáculo, los científicos de Google han implementado técnicas avanzadas de corrección de errores cuánticos. Según un artículo publicado en la revista Nature , con el chip willow lograron encadenar qubits de manera que las tasas de error disminuyen a medida que aumenta su número. Además, han desarrollado métodos para corregir errores en tiempo real, un avance esencial para hacer que las máquinas cuánticas sean prácticas y confiables.
Anthony Megrant, arquitecto jefe de Google Quantum AI, explicó que este enfoque permite a Google priorizar la creación de qubits más confiables en lugar de simplemente aumentar su número, lo que diferencia su estrategia de la de otros competidores.
Aunque el problema matemático resuelto por Willow no tiene aplicaciones comerciales inmediatas, Google tiene un enorme potencial en las computadoras cuánticas. Se espera que algún día sean capaces de abordar problemas complejos en campos como la medicina, la química de baterías y la inteligencia artificial, los cuales están actualmente fuera del alcance de los sistemas convencionales.
Por ejemplo, podrían revolucionar el diseño de medicamentos al modelar moléculas de manera más precisa o acelerar avances en almacenamiento de energía y materiales avanzados. Sin embargo, aún queda camino por recorrer antes de que estas máquinas sean completamente prácticas para usos comerciales.
En 2019, Google afirmó haber alcanzado la “supremacía cuántica” al resolver un problema en 200 segundos que habría tomado 10.000 años en una computadora clásica. Sin embargo, IBM cuestionó esta afirmación, argumentando que con diferentes métodos, el problema podría resolverse en solo dos días y medio.
Esta vez, Google aseguró haber considerado críticas anteriores y afirmó que incluso en las condiciones más optimistas, a una computadora clásica le tomaría mil millones de años alcanzar los resultados obtenidos con su chip Willow.
Hablemos de la infraestructura y futuro desarrollo
Google ha dado un paso importante al construir sus propias instalaciones para fabricar chips cuánticos, dejando atrás las instalaciones compartidas de la Universidad de California en Santa Bárbara. Este cambio permitirá a la compañía acelerar el desarrollo de nuevos chips y realizar experimentos más rápidamente. Estos chips se enfrían en enormes refrigeradores llamados criostatos, donde se llevan a cabo las pruebas en condiciones de temperatura extremadamente bajas.
Según Megrant, este enfoque ágil fomenta un proceso de aprendizaje continuo y mejora constante. “Si tenemos una buena idea, queremos llevarla a cabo rápidamente, probarla y aprender lo máximo posible de cada ciclo”, afirmó.
¿El futuro de la computación cuántica?
Aunque aún falta tiempo para que las computadoras cuánticas sean ampliamente útiles, los avances logrados por Google y otros actores demuestran que la tecnología avanza a pasos agigantados. Resolver problemas que antes eran inimaginables es solo el comienzo de lo que promete ser una revolución tecnológica.
¿Que más traerá para el 2025?