
Iniciamos esta sección donde se mostrarán diversas columnas de opinión relativas a temas asociados con la tecnología, el emprendimiento y los móviles, en esta oportunidad corresponde el artículo de opinión por Nicolás Mayorga el socio fundador de Transa Tu Auto, quien escribe sobre las distintas alternativas de financiamiento para la compra de vehículos usados.
Las distintas alternativas de financiamiento para la compraventa de vehículos usados
Con el correr de los años, hemos podido apreciar el fenómeno del crecimiento del mercado automotriz en Chile, pero pocas veces ahondamos en cómo las personas están adquiriendo los vehículos y si resulta beneficiosa para los involucrados la forma en que están realizando la compraventa de los vehículos usados.
Actualmente, los métodos de pago más comunes para realizar una compra de un vehículo usado son básicamente dos: la primera por medio de efectivo, que suele ser un grupo más acotado ya que apunta sólo a personas que tiene el poder adquisitivo para hacerlo, y por otra parte, está el acceso a algún tipo de crédito que permita endeudarse y optar por algún vehículo de mayor valor del dinero se posee en un minuto determinado.
Para aquellos que deciden inclinarse por el segundo camino, las principales alternativas son el crédito automotriz, el crédito de consumo y los pagos con tarjetas de crédito.
Ventajas pago con tarjetas de crédito
En primer lugar, está la alternativa de pagar con tarjetas de crédito, que suele ser la opción más beneficiosa para aquellos que tienen la capacidad de acceder al cupo que le permita pagar el total o una parte del vehículo.
La principal ventaja que tiene el pago con tarjetas de crédito, es el poder acceder a las tasas preferenciales que ofrecen los bancos para incentivar este tipo de compras en el sector automotriz, llegando a ofrecer tasas que van desde CAE (Carga Anual Equivalente) 0,76% a cerca de 9%, lo que en el peor de los escenarios, corresponde a tasas de casi un tercio de las que ofrecen los créditos automotrices y de consumo, alternativas de financiamiento que ahondaremos más adelante.
Otra ventaja importante relacionada a la compra con tarjetas de crédito, es la acumulación de puntos de los programas de fidelización. Este es un factor altamente valorado por los consumidores, lo que se ve reflejado en el comportamiento de las empresas, ya que están permanentemente ofreciendo mayores beneficios a sus clientes para que usen sus tarjetas y se vean favorecidos con premios, acumulación de kilómetros, acceso a beneficios exclusivos, entre otros.
Además, al pagar con tarjetas de crédito el cupo está previamente aprobado, lo que significa que no requiere trámite alguno y, por otra parte, el vehículo no queda en garantía para la entidad financiera, lo que los permite protegerse en aquellos casos en que el cliente no tenga la capacidad futura de pagar.
Con todas estas ventajas, es posible identificar una “piedra de tope” en este medio de pago; y es que el mayor problema radica fundamentalmente en que antes era más difícil encontrar un vehículo usado donde su vendedor aceptara este medio de pago, ya que muchas automotoras no tienen esta herramienta y los vendedores particulares tampoco tienen la capacidad de recibir este tipo de pago.
Utilizando la tecnología para comprar y vender autos usados
Entendiendo la problemática, se creó TransaTuAuto, una plataforma virtual que permite a las personas, comprar y vender vehículos usados a terceros, usando sus tarjetas de crédito y débito, aprovechando todos los beneficios antes mencionados que otorga el uso de estos plásticos.
La segunda alternativa de financiamiento, relacionado al crédito automotriz, tiene como principal ventaja el rápido acceso, ya que las entidades financieras que los ofrecen, exigen requerimientos muy bajos a sus solicitantes. Esto se debe a que el vehículo comprado queda en prenda y sirve como garantía hasta que se salda la deuda, para los casos en que el comprador no tenga la capacidad de pagar alguna de las cuotas en las que se pacta el pago del vehículo. Claramente esto limita la libertad de acción del consumidor, debido a que en el caso de que no disponga de fondos para pagar una cuota, tampoco tendrá la posibilidad de vender el vehículo, ya que no dispone libremente de este, a pesar de que esté a su nombre.
Por otra parte, este tipo de créditos tienen CAE entre un 20% y 30% del valor pactado. Es decir, si proyectamos la deuda en un período de 2 años, se terminaría pagando cerca de 1,5 veces el valor del vehículo.
Crédito de consumo para comprar automóviles
Por último, está el crédito de consumo, que tiene características similares al crédito automotriz en cuanto a tasas, sin embargo, tiene la ventaja de que el vehículo no queda como garantía para la entidad financiera, debido a que estos créditos, tal como lo indica su nombre, son para consumo de libre disposición.
Si bien los créditos de consumo tienen tasas similares al crédito automotriz, hay que considerar que los préstamos de consumo tienen un acceso mucho más limitado, los requerimientos son más exigentes y toma mayor tiempo obtener el crédito aprobado, debido a que la entidad financiera no estará dispuesta a correr este mayor riesgo, sin antes asegurarse de que su cliente tendrá la capacidad de pagar el crédito más los intereses correspondientes en tiempo y forma.
En conclusión, las alternativas para acceder a la compra de un vehículo, son variadas y tienen diferentes ventajas y desventajas para los actores que participan de la transacción. En esa línea, es que debemos abogar por ir introduciendo mayores herramientas que permitan disminuir las dificultades de acceso a la compra y venta de autos, y de la misma manera, ampliar las maneras en que las personas puedan adherir al sistema, entendiendo que son cada vez más las personas que buscan comprar vehículos usados.