El 2020 fue sin duda un año que nos dejó una serie de aprendizajes y experiencias que, en su mayoría, se dieron a causa de la pandemia. Las empresas, organizaciones y sector público, sin excepción ni distinción, se vieron enfrentados a una situación que hizo que muchos tuvieran que improvisar en cuanto a distintos procesos. De hecho, se planteó un modelo tecnológico casi de subsistencia, en el que sobre la marcha se debió “hacer lo mejor posible” demostrando la capacidad de muchas organizaciones de adaptarse a la nueva realidad.
A casi un año de iniciada la pandemia en Chile, un aspecto positivo que se desprende de este aprendizaje, aunque forzoso en algunos casos, es el cambio de paradigma en lo que a transformación digital se refiere y tal como lo indica un estudio reciente de McKinsey “en sólo ocho semanas hemos avanzado cinco años en la adopción digital”.
Hoy las empresas y organizaciones consideran fundamental integrar los ejes de una transformación exitosa, definiendo una estrategia digital que les permita mirar hacia el futuro y los nuevos desafíos que podrían llegar a causa de factores externos, tal como lo fue esta pandemia. Necesariamente esto requiere replantear sus modelos de negocios al igual que definir cómo responder de forma eficiente a las necesidades, no sólo de sus clientes sino también de todos los actores dentro de la empresa y su ecosistema de negocios.
Desafíos y la aceleración tecnológica
Junto a estos dos nuevos desafíos, las empresas requieren identificar claramente quienes son los facilitadores internos, para llevar a cabo de forma exitosa este proceso de transformación, además de contar a nivel ejecutivo con un orquestador para que estos cambios hagan frente a esta “nueva normalidad” en la aceleración tecnológica.
La pandemia aceleró la adopción de tendencias tecnológicas y para el 2021 seremos testigos de cómo las organizaciones integrarán el uso de estas para manejar las crisis y prepararse para una recuperación. Será un año importante donde las tecnologías digitales jugarán un papel relevante para superar algunos retos que el mundo está enfrentando actualmente. Asimismo, las organizaciones seguirán evolucionando con estrategias que les permitan responder a los desafíos de la nueva normalidad, que demanda una mayor efectividad y tiempos de respuesta más cortos.
Por mencionar algunas industrias, por ejemplo, las áreas productivas identificaron una oportunidad de reinventarse, al contar con menor personal debido a las condiciones de distanciamiento social y el aforo máximo permitido. Así también, las áreas de logística y distribución, lograron determinar que deben ser modernizadas y continuar con sus procesos de automatización en esta aceleración tecnológica.
El teletrabajo, e-commerce, la telemedicina, la educación virtual, las oficinas virtuales, el streaming corporativo y las plataformas digitales de entretenimiento, entre muchas otras tendencias, no detendrán su crecimiento aún después de que esta pandemia pase. Por consecuencia el gran desafío del uso de estas herramientas es que cada vez puedan ser más intuitivas y seguras.
Sin duda la rápida migración a las tecnologías digitales impulsada por la pandemia continuará en la recuperación del 2021. De esta forma, acelerar las capacidades digitales de las organizaciones será la clave para que las empresas se mantengan vigentes con modelos organizativos más planos y totalmente ágiles, mejorando sustancialmente tanto en el ritmo de ejecución como en la productividad en ambientes seguros en esta aceleración tecnológica.
Columna redactada por Claudio Ortiz, gerente general de Cisco Chile. Conoce más en el sitio web de Zoom Tecnológico.