Desde que fuera tendencia a finales del año pasado hasta hoy, el metaverso sigue siendo el futuro. Sin importar el lugar, transforma la experiencia misma, permitiendo conectar a las personas a vivencias digitales emotivas, personalizadas e inigualables, transformando al mundo y permitiendo a las organizaciones, empresas y Estados capturar oportunidades con productos y servicios.
Para las marcas tiene un gran potencial ya que permite crear nuevos modelos de atención, de venta y de conexión con las personas y colaboradores. Según el Technology Vision 2022 de Accenture, el 57% de los ejecutivos chilenos está actualmente investigando sobre el metaverso, que es la cifra más alta de la región, en comparación al 52% de Argentina, el 48% de Colombia, el 33% de Brasil y el 28% de México.
“El metaverso es mucho más que la evolución del Internet, se trata de una forma inmersiva y vivencial de habitar la experiencia virtual, con herramientas tecnológicas como realidad aumentada, blockchain, inteligencia artificial, gemelos digitales, entre otros objetos inteligentes”, explica Claudio Ortiz Welsch, gerente general de Cisco Chile.
Es una revolución en la forma de relacionarnos no solo con el mundo virtual, sino también con el físico. Asistiremos, entonces, a una transición gravitante en la experiencia que tendrán los usuarios, clientes y empresas con la tecnología y sus aplicativos en todas las industrias.
“Siendo un ecosistema aún incipiente, tiene un alto costo de oportunidad y amplias posibilidades de valorización. Además, no será de una industria específica, sino de todas aquellas que quieran impulsar modelos de negocios inmersivos e interactivos. En Chile, la minería, el retail y la construcción están avanzando en proyectos sobre esta línea”, detalla Ortiz Welsch.
En ese sentido, entre tantos retos, los principales en Chile tienen que ver con el costo de adopción, la infraestructura de conectividad que soporte los altos anchos de banda ancha y en el impacto que pueda generar en la mayoría de las industrias.
Un camino en proceso y desarrollo
El metaverso aún se encuentra en su etapa inicial en sectores como moda, juegos y entretenimiento. Con reducidos casos de uso, se prevé que pronto existirán más y mejores con foco en industrias.
“Además del alto costo, hay muchos retos relacionados con la perspectiva de negocio, la rentabilidad y la idoneidad para cada empresa, además de la privacidad y protección de datos que aún están en etapa de investigación”, precisa Ortiz Welsch.
Asimismo, la apropiación del metaverso aumentará el flujo de los datos, demandando aún más estrategias sólidas de ciberseguridad e infraestructura que soporte sus interacciones.
“La exploración con realidad virtual, extendida y aumentada supone una alta demanda de conectividad estable. Serán cada vez más las personas y negocios digitales que se conectarán a este mundo virtual-inmersivo, generando una demanda que sin duda pondrá a prueba a las empresas de telecomunicaciones”, menciona el ejecutivo.
Metaverso, más híbrido: virtual y real
Entre los motores que impulsan y refuerzan al metaverso están los gemelos digitales, la realidad virtual y la aumentada. Pero dado que este mundo virtual aún se encuentra en desarrollo, el impacto que pueda tener tardará al menos cinco años.
“Pese a que este universo virtual está tomando fuerza, aún falta mucho por avanzar. Ya se ha moldeado para no ser solo un espacio de entretenimiento y videojuegos, sino también para la industrias. En definitiva, el metaverso es una opción más de experiencia donde las formas de monetización están permeando su verdadero potencial”, sentencia Ortiz Welsch.
Sin lugar a dudas, las oportunidades de crecimiento son importantes ya que el devenir se basará en crear experiencias significativas, gratas y satisfactorias. Y lo que ofrece el metaverso es precisamente eso, la posibilidad de experimentar vivencias a través de entornos virtuales vinculados entre sí, donde las personas conectadas podrán interactuar, consumir y entretenerse de una forma nunca antes vista.