En un mundo cada vez más interconectado, donde los desafíos sociales, económicos y ambientales se entrelazan, la sustentabilidad se ha convertido en un imperativo. La Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, impulsada por la ONU a través de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), nos ofrece una hoja de ruta para construir un futuro más justo, equitativo y próspero para todos; con el fin de implementar globalmente los desafíos sociales, económicos y ambientales establecidos por Naciones Unidas, estos objetivos son adoptados por todos los Estados Miembros de la ONU en 2015 como parte de la agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible.
En este contexto, el compliance emerge como un pilar fundamental para alcanzar la sustentabilidad. Más allá de una simple obligación legal, el compliance se configura como una herramienta estratégica que permite a las empresas, organizaciones e incluso individuos.
Sustentabilidad y la reducción de desigualdades
El compliance no es solo un asunto de grandes empresas. Todos tenemos un rol que jugar en la construcción de un futuro sostenible, aquí mencionamos 3 aspectos importantes para promover la adopción de Compliance en las grandes empresas de cara a los Objetivos de Desarrollo Sostenible 2030 (ODS 2030):
- Reducir las desigualdades: Al garantizar el cumplimiento de las normas y regulaciones, se crea un entorno de competencia justa donde las grandes empresas no se aprovechan de su posición para obtener beneficios sobre las más pequeñas. (Objetivo 10 de los ODS)
- Promover la paz, la justicia e instituciones sólidas: El compliance ayuda a prevenir la corrupción, el lavado de activos y otros delitos que socavan la confianza en las instituciones y generan inestabilidad social. (Objetivo 16 de los ODS)
- Forjar alianzas para lograr los objetivos: La colaboración entre empresas, organizaciones y gobiernos es fundamental para alcanzar la sustentabilidad. El compliance facilita la creación de relaciones de confianza y cooperación. (Objetivo 17 de los ODS)
Estos tres objetivos tienen como propósito la “Reducción de las Desigualdades”, “Paz, Justicia e Instituciones sólidas” y “Alianzas para lograr los objetivos”, los que están directamente relacionados con el compliance; y que promueven específicamente la transparencia, a través de la lucha contra el lavado de activos y corrupción.
Asimismo, se enfocan en la identificación de posibles prácticas ilícitas, mitigación de riesgos o impactos negativos en el medio ambiente y la sociedad; lo que se conecta directamente con las estrategias comerciales de las empresas y organizaciones que son actores importantes en la búsqueda de desarrollo.
Es aquí, donde el compliance se transforma en un pilar fundamental a la hora de garantizar el cumplimiento legal que fomente un entorno de justicia y paz; al ser capaz de optimizar y automatizar los procedimientos de monitoreo de los sistemas, gestionar riesgos operativos o verificar listas de sanciones a nivel nacional e internacional.
En la actualidad, las herramientas tecnológicas disponibles ofrecen múltiples posibilidades y se han vuelto un aliado clave para hacer más sencilla la supervisión por parte de las autoridades, así como también para contar con trazabilidad, seguridad y transparencia en las operaciones.
La reducción de la desigualdad se cimenta en el comportamiento ético de las empresas, donde las compañías grandes y pequeñas deben cumplir con las mismas regulaciones para evitar que las más poderosas tomen ventaja de su posición y obtengan beneficios sobre las emergentes.
Cuando las empresas cumplen con las regulaciones establecidas, se construye una reputación fundamentada en la confianza de su entorno, en su actuar ético y en el respaldo de sus colaboradores, fiscalizadores, clientes y de la sociedad en general.
En un mundo global, que avanza a pasos agigantados y que busca un desarrollo justo y equitativo para todos, es esencial estar informado sobre las leyes y regulaciones de cada país. Esto permite evitar malas prácticas que puedan fomentar los delitos o propiciar la desigualdad e injusticias.
Por lo anterior, es primordial disponer de herramientas que sean un canal de ayuda y asesoramiento efectivo para las instituciones que trabajan en beneficio del desarrollo a nivel global. Con el trabajo colaborativo, donde cada empresa y sus colaboradores aporten desde su área de especialización, se logrará alcanzar los objetivos establecidos por la ONU para promover un desarrollo sostenible en todo el mundo, equilibrando las necesidades económicas, sociales y ambientales para las generaciones presentes y futuras.
Columna redactada por Gabriela Herra, especialista en compliance y Co founder Snap Compliance. Conoce más artículos de opinión en Zoom Tecnológico.